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La directiva de Société Générale ignoró los controles internos que advertían del fraude de Kerviel

El Elíseo revela fallos en el funcionamiento del banco y eleva las multas para evitar nuevos casos

La ministra francesa de Economía y Finanzas, Christine Lagarde, ha revelado hoy una serie de fallos en el sistema de control interno de Société Générale que no detectaron el presunto fraude de 4.900 millones sufrido por el banco, y que la segundad entidad atribuye a uno de sus corredores, Jérôme Kerviel. En concreto, Lagarde ha asegurado que hubo instrumentos de control que lanzaron advertencias sobre la actividad de Kerviel, pero que no fueron tenidas en cuenta por los responsables del banco.

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"Algunos mecanismos de controles internos de Société Générale no funcionaron y a los que funcionaron no siempre les siguieron las modificaciones apropiadas", ha asegurado Lagarde al presentar el informe sobre el fraude que le había encargado el primer ministro, Francois Fillon.

Asimismo, el departamento de Economía ha señalado que en la cuestión de los controles internos el informe "identifica varios puntos susceptibles de haber sido determinantes" en esta crisis, que el banco atribuye a uno de sus operadores de mercados, Jérome Kerviel, al que acusa de haber tomado posiciones desmesuradas y de riesgo muy por encima de las que tenía autorizadas.

Société Générale, aunque ha afirmado que no quería comentar el informe, ha subrayado que éste "no pone en cuestión" el sistema de gestión de los riesgos de mercado, y ha insistido en que ya se han puesto en aplicación o lo serán próximamente las medidas que habrían podido detectar y prevenir el fraude.

En su trabajo, Lagarde constata que hubo instrumentos de control que lanzaron advertencias sobre la actividad de Kerviel, pero que no fueron tenidas en cuenta por los responsables del banco. Una alusión a que el organismo financiero Eurex -encargado de supervisar a las entidades financieras europeas- lanzó en noviembre alertas sobre las posiciones del operador, pero sus superiores se contentaron con las explicaciones que éste les dio.

La titular de Finanzas ha subrayado que la cesión, entre el 21 y el 23 de enero, de las posiciones que había asumido irregularmente Kerviel por unos 50.000 millones de euros tras ser descubiertas el 18 de ese mismo mes, no pueden imputarse a Société Générale.

Esas cesiones, ha precisado, se hicieron "de forma profesional en condiciones de mercado difíciles", y esas condiciones fueron las que hicieron que las pérdidas de este desfalco subieran hasta los citados 4.900 millones de euros.

El Elíseo insta a aumentar las sanciones

Para evitar nuevos escándalos, la ministra ha propuesto "pistas de reflexión para reforzar el control de las operaciones de mercado", una de las cuales sería aumentar las sanciones que puede imponer la Comisión Bancaria a las entidades financieras, ahora limitadas a cinco millones de euros.

La ministra también se ha pronunciado a favor de "precisar mejor la articulación entre las autoridades de supervisión y el Gobierno en este tipo de situación susceptible de tener consecuencias para la estabilidad del sistema financiero".

Esta declaración ha dejado ver el descontento que ha generado en el Ejecutivo el hecho de no haber sido advertidos del desfalco hasta el miércoles, una vez que Société Générale se había deshecho de las posiciones asumidas por Kerviel. Hasta entonces el banco sólo había puesto al corriente a las autoridades de regulación: el Banco de Francia y la Autoridad de los Mercados Financieros.

Así, la responsable de Finanzas del Ejecutivo galo ha apostado porque una mejor identificación de la lucha contra el fraude forme parte de los controles internos de los bancos sobre sus operaciones de mercado, un refuerzo general de esos dispositivos internos, y en particular una mayor implicación de la dirección en la gestión de los riesgos.

Sin culpables ni inocentes

Con su informe Lagarde ha puntualizado que no quería señalar culpables o responsables, puesto que el caso es objeto de un procedimiento judicial y de investigaciones de la Autoridad de los Mercados Financieros y de la Comisión Bancaria.

Más allá del caso de Kerviel, otro antiguo operador de mercados de Société Générale, Guillaume Pollet, ha presentado una demanda contra el banco ante Magistratura de Trabajo por su despido en diciembre de 2001, acusado de no haber respetado las reglas de transparencia respecto de su jerarquía.

Pollet reclamará el próximo día 20 ante Magistratura de Trabajo 1,8 millones de euros al banco, por considerar indebidos los motivos de su despido, y asegurar -como ahora Kerviel- que actuó siempre con conocimiento de la dirección de Société Générale, que verificaba de forma constante las operaciones que él realizaba.

 
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