Serbia no renunciará a Kosovo a cambio de agilizar su entrada en la UE
Los líderes europeos analizan hoy en Bruselas la independencia de la provincia serbia
La situación de Kosovo tras el fracaso de las negociaciones entre las autoridades de la provincia y el gobierno serbio es una de las cuestiones principales de la agenda de la cumbre de la UE, que trata de mantenerse unida ante la previsible declaración de independencia kosovar y de prevenir al tiempo una escalada nacionalista en Belgrado.
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Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE analizan la situación de Kosovo en Brusleas y se espera que adopten unas conclusiones en las que, en primer lugar, la UE recordará que "se ha agotado el proceso negociador" con la entrega del informe de la troika -formada por Rusia, Estados Unidos y la UE- al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, con quien compartirá la idea de que "la actual situación en Kosovo es insostenible". No está previsto que el borrador mencione el término "independencia", pero sí lo hará de facto.
Pero no está claro que Serbia vaya a aceptar las condiciones. Bruselas instará a Belgrado a "cumplir las condiciones necesarias" para firmar con la UE su Acuerdo de Estabilización y Asociación, el primer paso del camino hacia la adhesión. Esto significa que ofrecen al Gobierno serbio que acepte el borrador a cambio de una vía preferente para su integración en la Unión Europea. Algo que Serbia ya se ha anticipado a rechazar. El presidente serbio, Boris Tadic, declaró hoy que Serbia no renunciará a Kosovo y tampoco permitirá que la solución del estatuto de esa provincia independentista ponga en entredicho la integración del país en las instituciones europeas.
El presidente aseguró que la independencia de Kosovo va en detrimento de la estabilidad de la región de los Balcanes y anunció que Serbia seguirá la vía hacia el ingreso en la Unión Europea (UE), ya que la alternativa sería el aislamiento del país y su desmoronamiento económico.