Manuel Marín: "No se puede repetir una legislatura tan dura y ruda"

La dura y compleja VIII Legislatura de la democracia ha hecho mella en el presidente del Congreso, Manuel Marín. En su discurso con motivo del 29º aniversario de la Constitución, sobrio por el doble asesinato de ETA en Francia, Marín ha asegurado que "no se puede repetir una legislatura tan dura y ruda como la actual" y que hay que volver a "la política de mayúsculas". Sin embargo, sus palabras han tenido poco eco fuera del Palacio de la carrera de San Jerónimo, donde un grupo de 150 personas han dedicado insultos y gritos a los diputados de izquierda y nacionalistas, mientras vitoreaban a los representantes del Partido Popular.

Marín, que ha presidido un acto en el Congreso de los Diputados con todas las autoridades del Estado y diputados de la Cámara, ha pedido a sus señorías que en la próxima legislatura sean capaces de conseguir el entendimiento en los grandes temas -que ha dado por conocidos- y que "vuelvan a la política con mayúsculas". "Me niego a aceptar que consenso y sentido del límite [en la discusión] son palabras viejas. No es verdad, tendrán que adaptarse, pero siguen siendo hoy muy necesarias".

El presidente del Congreso cree que "la presión de la opinión pública" tiene que llevar a los grupos parlamentarios a "intentar el entendimiento, dejando de acumular reproches". Además, Marín considera que esto será posible "porque los ciudadanos nos lo van a imponer y reclamar" en las próximas elecciones.

Pero de nuevo, un grupo de radicales, en torno a 150 personas, se han apostado a las puertas del Palacio de la carrera de San Jerónimo para proferir insultos contra los diputados de izquierda y nacionalistas que asistían al acto. "Asesinos", "traidores", "amigos de los terroristas" son algunas de las lindezas lanzadas al presidente, ministros y diputados por este grupo, que ha recibido con gritos de "valientes" y aplausos a los cargos del Partido Popular. La más vitoreada, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

El acto de celebración del 29 aniversario de la aprobación de la Constitución Española, que tradicionalmente cuenta con una copa ofrecida por la Presidencia del Congreso, este año se ha visto reducido al discurso de Manuel Marín, como señal de duelo por el asesinato de los dos agentes de la guardia civil (Raúl Centeno y Fernando Trapero) a manos de ETA en el sur de Francia el pasado sábado 2 de diciembre.

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