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Arrasa el partido de Putin en medio de las denuncias por un "torrente de infracciones"

Rusia ha celebrado sus elecciones parlamentarias con una presencia limitada de la OSCE

El líder del Partido Comunista, Gennady Zyuganov, comparece ante los medios(Reuters)

El partido de Vladimir Putin, la Nueva Rusia, consiguió una abrumadora victoria en las elecciones parlamentarias de su país que le otorgarán un mayor poder incluso después de dimitir de su cargo como presidente. Con el 72.5% de los votos escrutados, el partido del dirigente ruso obtenía un 63.1% del total de los votos, según el último recuento divulgado por la Comisión Electoral Central, lo que supondría una amplia ventaja sobre la oposición comunista y le otorgaría la victoria en los comicios.

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Los comunistas obtendrían un porcentaje del 11,7%, mientras que los previsibles socios de Putin en el Parlamento, los liberaldemócratas de Zhirinovski, obtendrían un 8,7%. por su parte, los también lealistas al Kremlin, del partido Solo Rusia, obtendrían un 8% en estos momentos, consiguiendo así el porcentaje necesario para acceder a la Duma.

El líder de Rusia Unida, Boris Gryzlov, señaló tras conocer estos nuevos datos que la votación "refuerza nuestra principal idea: que Putin es el líder nacional ruso y que la gente apoya su causa, y así seguirá".

"El partido no empleará su aplastante mayoría parlamentaria (306 escaños sobre 450), para alterar la Constitución rusa, sino para protegerla", destacó Gryzlov en declaraciones recogidas por la agencia de noticias, RIA Novosti.

Los comunistas recurrirán en la Corte Suprema

Si bien las dos últimas formaciones se apresuraron a reconocer la arrolladora victoria de Rusia Unida, los comunistas ni siquiera esperaron los resultados oficiales para denunciar que los recurrirán en la Corte Suprema por el "torrente de infracciones" que, según ellos, "superó todos los límites admisibles".

"Los abogados ya están preparando las demandas, sin esperar siquiera los resultados definitivos", dijo Vadim Soloviov, jefe del departamento jurídico del Partido Comunista, citado por la página digital Gazeta.ru. El líder comunista, Guennadi Ziugánov, fue aún más rotundo, al denunciar que a su partido le han robado "un 11% de votos a favor del PLD y Rusia Justa". Según él, "ya está claro que en Siberia y otras regiones (orientales, donde el escrutinio comenzó antes) los resultados son manipulados según el esquema de reparto acordado de antemano".

En el Kremlin, afirmó, "se ha decidido meter en la Duma al PLD y a RJ para que la mayoría oficialista supere los 300 escaños". "Me dirijo a las autoridades: deténganse, estáis violando al país", dijo Ziugánov en el cuartel general del PCR. Paso seguido, anunció que su partido efectuará su propio recuento de votos y "en todas partes y durante varios días" convocará acciones de protesta contra la falsificación del escrutinio.

También la oposición liberal, que ni se aproxima al 7% requerido, anunció su decisión de recurrir los resultados ante la Justicia, anunció el líder de la Unión de Fuerzas de Derechas, Nikita Belij.

El líder de Rusia Unida admite "algunas infracciones"

Mientras, el líder de Rusia Unida, Borís Grizlov, admitió la existencia de "algunas infracciones" durante los comicios, pero rechazó que puedan poner en duda su "carácter democrático". "El hecho de que se detecten infracciones demuestra que las elecciones han sido abiertas y transparentes. Si nuestro régimen fuese distinto, nadie se enteraría de que hubo infracciones", aseveró.

Tras constatar que el resultado de Rusia Unida es "sustancialmente superior al 50%" y que en su campaña apostó por convertir los comicios en un referéndum de confianza al actual presidente, Grizlov equiparó el resultado a la victoria de Putin "en la primera ronda", en alusión a unas elecciones presidenciales.

Sin las OSCE

A pesar de que las elecciones legislativas rusas son seguidas de cerca por más de 350 observadores internacionales, entre ellos no se encuentra ningún representante de Oficina de Defensa de la Democracia y Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE, que ha rechazado enviar a delegado alguno. Sin embargo, sí se encuentran miembros de la asamblea parlamentaria de la organización europea, aunque su efecto es limitado.

La decisión se tomó ante "los continuos retrasos y restricciones de Moscú para conceder autorización y visados a los inspectores", informó Christian Strohal, director de la OIDDH, rama de la organización presidida por Miguel Ángel Moratinos encargada de la supervisión de los procesos electorales en Europa.

Sin embargo, la OSCE pretende seguir muy de cerca el resultado de estos comicios a través de la presencia de los más de 280 observadores que en estos momentos están acreditados, a la espera de la formalización del proceso para casi otro centenar antes de hoy.

 
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