Comienza el escrutinio de los votos emitidos por los venezolanos en una jornada tranquila

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció esta tarde el cierre de los colegios electorales salvo aquellos donde todavía quedan votantes en la fila, para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a voto en el referéndum sobre la reforma constitucional propuesta por el presidente, Hugo Chávez.

Los rectores del CNE y su presidenta, Tibisay Lucena, ofrecieron una rueda de prensa en la que destacaron que el proceso electoral se ha desarrollado con normalidad, salvo algunas denuncias como retrasos en la disposición de las mesas electorales, el uso del captahuellas, la tinta usada en el proceso y ciertos focos de propaganda política.

Los primeros datos apuntan a que desde primera hora de la mañana se registró una baja afluencia de electores en todos los centros de votación del país.

Lucena insistió en que los centros que mantengan electores en fila deben mantenerse abiertos hasta que todos los venezolanos, que así lo deseen, expresen su derecho constitucional al voto. "Queremos felicitar a todos los miembros de mesa que deben mantener en los centros de votación para realizar las auditorías de cierres", dijo.

Además, destacó que el proceso transcurrió en paz y sin ningún tipo de contratiempos, recordó que los medios de comunicación deben abstenerse de adelantar proyecciones hasta que no se emita el primer comunicado oficial, y pidió a las distintas organizaciones políticas que respeten los resultados.

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Más de una semana sin encuestas

Hace más de una semana que la ley prohíbe que se publiquen encuestas. Las había para todos los gustos pero las últimas no daban un claro vencedor. La oposición asegura que si los que están contra él no se movilizan podrían sacar hasta 10 puntos de ventaja.

Por primera vez, Chávez no las tiene todas consigo, hay mucha gente que le apoya, más del 60% de los venezolanos pero muchos de ellos desconfían de una reforma que concentra mucho poder en sus manos y que tiene una deriva hacia el socialismo que los oficialistas no se molestan en esconder. Hugo Chávez dijo el viernes durante el cierre de campaña "Socialismo o muerte, venceremos".

En América Latina, la tradición es no permitir reelecciones como forma de combatir el totalitarismo, como es el caso de Colombia, aunque esta tendencia está cambiando ya que en Colombia o Brasil este hecho no se produce.

El problema de Venezuela es que no sólo se va a permitir la reelección indefinida por un periodo muy largo, uno de los mandatos más largos del mundo, siete años, sino que además, la concentración del poder en manos del presidente va a ser muy exagerada. Hugo Chávez va a manejar la política monetaria, las reservas del país, podrá nombrar gobernadores y otras autoridades y, si declara el estado de excepción, algo que puede hacer sin que ni siquiera el Tribunal Supremo se lo impida o corrija, podrá suspender el derecho a un juicio justo y el derecho a la información. Ayer mismo la ONU y dijo que Chávez podrá mantener de forma permanente y sin que nadie se lo impida, el estado emergencia.

Chávez no ha perdido ni una sola consulta en los nueve años que lleva en el poder. El viernes dijo que acatará el resultado y que si triunfa el "No" se ira del poder cuando acabe su mandato, en el 2013.

La oposición no lo tiene tan claro y teme que el Gobierno intente manipular los resultados, aunque hay que advertir que hoy hay observadores internacionales presentes en el proceso y que la propia oposición va a tener voluntarios en todos los colegios electorales.