Arsenal y Manchester se clasifican para octavos de final
El Benfica de Camacho se complica la vida y el Liverpool hace la mayor goleada de la historia de la Champions
Tanto hablar de goleadas históricas y un Arsenal imperial en la anterior jornada, y resulta que el que ha conseguido la mayor goleada desde que la Copa de Europa es Champions, es el Liverpool de Benítez. Sí, ese que equipo que juega tan mal, que no enamora a nadie, y que tenía difícil pasar a octavos (y lo sigue teniendo). El Arsenal, de todas formas, ya puede decir que está en octavos, igual que el Manchester, el único que lo ha ganado todo. De los españoles, encarrilado lo de Madrid y Barça, Con buena pinta lo del Sevilla, y con muy mala lo del Valencia. Y en el grupo del campeón de Europa, el susodicho ganó en Ucrania al Shaktar (0-2), y Camacho lo tiene difícil, muy difícil, para continuar en la competición.
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GRUPO A
Victoria aplastante del Liverpool (8-0, la mayor de la Champions desde que existe). Torres, por cierto, estuvo en el banquillo (no jugó), pero hace dos semanas se lesionó contra el Arsenal, y dijeron que tenía para un mes y medio. Pero vaya. Los goles: tres de Benayoun (buena adquisición de Benítez), dos de Crouch, dos de Babel y uno de Gerrard. Le viene muy bien el resultado para su situación en la Premier y remontar el vuelto en el grupo. Pero no depende de sí mismo, porque Marsella y Oporto están por delante. El Oporto es líder tras ganar a los franceses en O'Dragao (2-1). El primer gol, del marroquí Tarik Sektioui, un rapidísimo extremo que tuvo van Gaal en el AZ, es para grabarlo en video.
GRUPO B
Qué mala pinta tiene lo del Valencia. Contra el Real Madrid dio una imagen pobre, pero lo de este martes ha sido una descomposición total. Delante de los noruegos, que no parecen noruegos, como dijo Guasch durante el Carrusel. Koeman tiene mucho trabajo (y un marrón importante). En Alemania, Schalke y Chelsea empataron sin goles, que pudieron llegar en dos remates de Lovenkrands al palo para el equipo local. Al Valencia, ahora, le hace falta un milagro: ganar los dos partidos (en Mestalla al Schalke y en Stamford Bridge al Chelsea), y que los de Grant ganen en Noruega la próxima jornada.
GRUPO C
En otros tiempos un partido en Grecia era un infierno. El del Madrid en campo del Olympiakos, fue una obra teatral con final feliz. Y contentos los dos. Los griegos, porque siguen con aspiraciones de meterse en octavos; y el Madrid porque hace los deberes: gana los partidos en casa, y no pierde los de fuera. Bien Snejder, que sustituyó a Guti haciendo lo que mejor sabe el madrileño (pases entre líneas que valen medio gol), y extrañamente fallón Van Nistelrooy. En Italia el Lazio ganó al Werder Bremen, y ahí sigue.
GRUPO D
Si lo tiene difícil el Valencia, el Benfica de Camacho no está mucho mejor. En la segunda parte de su partido en Celtic Park se desinfló, pero en la primera mereció, como mínimo, empatar. Camacho elige a Cardozo, un delantero paraguayo largo como un día sin pan, por delante de Nuno Gomes. Y el chico, ex de Newell's es bueno, se desmarca bien, maneja bien la pelota y por arriba (lógicamente) es cumplidor. Pero perdona demasiado. El día que tenga gol, merecerá que media Europa pregunte por su precio (como han hecho ya unos cuantos equipos ingleses y algún italiano). Además, Camacho ha heredado un equipo demasiado joven y un tanto inexperto, lo que explica (difícilmente) una entrada criminal que hizo el centrocampista Binya, a diez minutos del final. El Milán ganó 0-2 en Ucrania con oficio y sin Ronaldo, y ahora el Benfica es colista del grupo, a seis puntos del Milán, que es líder.
GRUPO E
Menos mal que, de vez en cuando, impera la lógica en el fútbol. Con lo raro que podría resultar que el Glasgow Rangers se metiera en octavos (con todo el respeto para Cuellar y Novo, pero es así) y que el Olympique de Lyon se quedara fuera. Los franceses han eliminado al Stuttgart, y de paso se meten en la lucha por la segunda plaza porque, la primera debería ser para el Barcelona, que puso el piloto automático y cumplió contra los escoceses. Otra vez marcó Ben Arfá, que está en racha, por partida doble. A este chico, tremendamente joven (19 años) y con un futuro esplendoroso, (parte desde la izquierda, y tiene desborde, velocidad y gol).
GRUPO F
Cómo no va a dar miedo el Manchester en Europa, si llega el Dinamo de Kiev a Old Trafford, y se lleva cuatro como si nada. Los ucranianos tuvieron hasta siete ocasiones de gol en la segunda parte (donde, por cierto, el portero del Manchester fue Kusczak y no Van der Sar), pero se fueron con cuatro moratones. De los cuatro tantos, hubo uno español: Piqué, (en fuera de juego, pero nos da igual), marcó el primero de su equipo y se estrenó en la Champions. Luego, fue bonito el segundo, el de Tévez, porque lo fabrica él desde antes de la línea divisoria. Total, que el Manchester está en octavos sin despeinarse demasiado. En ese grupo estuvo el mejor partido de la jornada de Champions: empate de la Roma en el último minuto tras un duelo entretenido y brillante. Otro golazo, mira: el primero de la Roma, de Casseti, de los que rompen telarañas.
GRUPO G
Empezó perdiendo el Inter. 0-2, en un San Siro prácticamente vacío. Goles (muy buenos, sobretodo el primero) de Jo Alves (ojo a este chico) y Vagner Love. Inmediatamente después llegó el empate, con goles de Ibrahimovic y Cambiasso. Y en la segunda parte, la remontada, al revés. Cambiasso hizo el 3-2, e Ibrahimovic (otro golazo de galería), puso la rúbrica. El Fenerbahçeque ganó en su fortín del Sukru Saraçoglu al PSV, se pone segundo de grupo y visita San Siro en veinte días.
GRUPO H
Afortunadamente, el Arsenal, el equipo que mejor juega en Europa hoy por hoy, también ha pasado ya el corte, a dos jornadas para el final de la fase de grupos. Empató en un partido de bostezos en Praga, con el Slavia. Wenger dejó a Cesc y Hleb en Londres para descansar, y éstos pensaron que sería más divertido ir al Camp Nou a ver el partido del Barça. La cuestión es que el Sevilla ganó en Bucarest, con dos buenos goles, y lo tiene bien. Aún así, no puede relajarse, porque una derrota con el Arsenal en el Sánchez Pizjuán podría significar jugárselo todo en Praga, en la última jornada. Y los finales de infarto, mejor evitarlos.