Así quedó la tercera jornada de la Champions

El año pasado hubo tres equipos ingleses que llegaron a las semifinales de la Champions. En esta edición, llevamos tres jornadas y el Manchester United y el Arsenal son los únicos que han ganado sus tres partidos. En el caso del Arsenal, (rival del Sevilla en el grupo), de la mano de un fabuloso Fábregas que volvió a ofrecer un recital y marcó dos goles. Para los españoles, suerte dispar en la tercera jornada: bien el Sevilla, el Madrid y el Barça salvan los muebles y desastre del Valencia en Noruega. Del resto, está en serios apuros el Liverpool, que perdió en Turquía.

Grupo A

Tres partidos, un punto. Colista de su grupo, y la papeleta de visitar al Marsella en la última jornada. Tiene mala pinta lo del Liverpool en la Champions, después de perder en campo del Besiktas (2-1), complicándose la vida de mala manera. Y eso que el equipo que puso Benítez sobre el campo era ofensivo: Gerrard, Babel, Pennant, Voronin y Kujt. Insuficiente, porque los goles de Hyppia (en propia puerta) y el brasileño Bobo ponen al campeón de 2005 en la picota. Es cierto que hay varias bajas por lesión (Torres y Xabi Alonso entre ellas), pero el técnico español montó en verano un equipo competitivo para aguantar la presión de dos competiciones, y el castillo de naipes se le está viniendo abajo. Ahora, el Liverpool recibe a los turcos y al Oporto, y visitará el Velodrome en la última jornada. Puede meterse, pero tendrá que ponerse serio. En el otro partido del grupo, franceses y portugueses empataron a uno en O Dragao.

Grupo B

Ya es mala suerte ir a perder con un equipo que llevaba seis años sin ganar en su campo. Pero si tienes al Chelsea y al Schalke como compañeros de viaje, encima es peligroso. Por dos fallos defensivos el Valencia se ve obligado a echar cuentas. Tiene que ganar a los noruegos en Mestalla y hacer lo propio con el Schalke para no verse en el brete de tener que puntuar en Stamford Bridge. Lo dicho, peligroso. Gavilán entró en la banda izquierda para que Silva se descolgara, y Morientes quedó sólo arriba. Igual es poco ambicioso, pero el caso es que dos errores defensivos incomprensibles se saldaron con una derrota que no entraba en los cálculos.

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En Stamford Bridge, el Chelsea cumplió (2-0, goles de Malouda y Drogba), en el estreno de Ten Cate como asistente del israelí Grant en un partido de la Champions. Afortunadamente para los 'blues', este partido en su campo terminó con final mucho más feliz que el anterior (el empate con el Rosenborg, que supuso el adiós de Mourinho). Buen partido de Essien, que estuvo en todas.

Grupo C

La verdad es que esas noches de suspense en el Bernabéu ya se vivían el año pasado. Y acababan igual. Con el mismo empuje, la misma casta y el mismo fútbol. Pero (es cierto), con muchos menos tiros a puerta. Schuster dijo que cambiaría el juego del equipo, que ahora ataca más, pero el desenlace de las películas resulta que (de momento) es el mismo que con el antiguo director. También es cierto que los griegos se quedaron con uno menos antes de ponerse por delante en el marcador. Además se le ha dado tantas vueltas a lo de Robinho, que se veía venir: dos goles y victoria. Sufrida, pero victoria. Caramelo en la boca que le quitaron a Raúl Bravo, que hizo buen partido.

Grupo D

Cuánto cuesta sobrevivir en la Champions con un equipo que han confeccionado otros. Que se lo digan a Camacho, que sigue vivo en la competición por los pelos. Ganó 1-0 al Celtic en Lisboa (con gol, a tres minutos del final, de Cardozo, al que el entrenador español pone por delante de Nuno Gomes), y gracias. Tiene que ir a Glasgow, recibir al Milán y terminar en Ucrania con el Shaktar. Chungo también. Pero bueno, salvar la eliminatoria con el Copenhague también era complicado, y se consiguió. En el otro partido de su grupo el Milán ganó al Shaktar (4-1). Buen equipo el ucraniano, que aguantó la embestida de dos goles de Gilardino en los primeros trece minutos. Lucarelli acortó distancias en el ocho de la segunda, pero otros dos goles de Seedorf cerraron la apuesta.

Grupo E

Hacen tanto ruido los escoceses, que al final se queda en eso. En ruido. Tampoco es desdeñable la trayectoria del Rangers en esta Champions, porque está con 7 puntos en tres jornadas, pero es cierto es que, comparándolo con el Barça, la meta es la misma pero los recursos son diferentes. Y la forma de utilizarlos también. Sin ni siquiera tirar a puerta, el Rangers se quedó con un punto, y la gente de Ibrox lo celebró como si fuera un título.

En el otro partido del grupo, el Lyon ganó en Stuttgart y sentenció al campeón de la Bundesliga. Tiró menos veces a puerta que en su derrota ante el Rangers, lo que pasa es que esta vez entraron. Por medio de Fabio Santos, centrocampista brasileño fichado del Cruzeiro el año pasado, y Benzemá, que empezó a carburar el año pasado, y promete ser una estrella.

Grupo F

Hace tiempo que los partidos en Kiev ante el Dínamo dejaron de ser una encerrona. Poco queda del equipo que echó al Madrid de la Champions, y así, al Manchester le fue sencillo darse un paseo por el Valery Lobanovsky. 2-4, con dos goles de Cristiano Ronaldo (uno de penalti y el otro, bonito, de cabeza) uno de Rooney y uno de Ferdinand. Nunca peligró la victoria, que hace sumar nueve puntos al United y le colocan como el único que lo ha ganado todo, junto al Arsenal. Parece que mejora levemente el juego del equipo, pero para llegar a lo del año pasado, todavía queda.

El otro partido, el Roma-Sporting, fue apasionante, porque tuvo de todo. Goles, alternativas en el marcador, fases de buen juego, e incidencias. Como la lesión de Totti, malísima noticia para su equipo. Como detalle, hay que quedarse con el gol que valió la victoria, de Vucinic, el montenegrino. Hace falta al defensa, pero se lleva el balón con destreza, recorta muy bien, y marca casi sin ángulo. El partido 'de vuelta', dentro de quince días, también promete.

Grupo G

La tarde del martes empezó (como a veces, en este grupo) en Moscú, donde el Inter ejerció de Inter, y ganó al CSKA en los últimos minutos. Gracias, por cierto, a una actuación desastrosa de su portero, Mandrykin, que se comió un remate facilón de Samuel que supuso el 1-2 final. Por el camino dejó su huella Figo, que le clavó un taco a uno de los hermanos Berezutski, Alexei, echándole del partido. Con el Inter pasó lo de siempre. Aburre a las ovejas, pero gana casi siempre.

Tampoco fue para tirar cohetes el partido de Eindhoven (0-0 entre PSV y Fenerbahçe), que, para lo que sirve en realidad es para apretar la cabeza del grupo. Cuando hemos llegado al ecuador de la fase de grupos, hay tres buenos equipos (Inter, PSV y CSKA), en dos puntos de distancia.

Grupo H

Hablando del Inter, en una temporada en la que tantos equipos juegan un fútbol cuadriculado y ramplón, es gloria bendita ver a uno que gane dando espectáculo. Por eso es una delicia ver jugar al Arsenal. Juega de escándalo (y de memoria) con un equipo plagado de jóvenes, arriesga cuando lo tiene que hacer, pero no por ello se descuida en defensa. Gana y convence, es líder en la Premier, y se pasea con orgullo en Europa. Y el cerebro de todo es Cesc Fábregas, una estrella del fútbol mundial sin posibilidad de discusión, que además contribuyó a la fiesta con dos goles (lleva cuatro en Liga y tres en Champions). Esta vez le hizo siete goles al Slavia (que no pudo hacer otra cosa que ver cómo pasaba el tren), igualando la mayor goleada de la historia de la Champions (la Juve ganó 7-0 a Olympiakos hace cuatro ediciones). Bien Walcott, que jugó en el lugar de van Persie, y va cogiendo el ritmo.

Y, como sospechábamos, el Sevilla se endereza y pone rumbo a octavos de final. Con un Sevilla más entonado, el partido del Sánchez Pizjuán contra el Arsenal será para no perdérselo.