Grandes sorpresas en la segunda jornada de la Champions

El martes fue el Lyon, que perdió en su campo con el Glasgow Rangers. Pero la ristra de sorpresas llegó, en realidad, en la jornada del miércoles. El Olympique de Marsella asaltó Anfield con un golazo de Valbuena; el Benfica de Camacho cayó en Lisboa con el Shaktar; el Celtic tumbó al Milán en Glasgow con actuación bochornosa de Dida incluida; y el Werder Bremen fracasó en Alemania en manos del Olympiakos. La Champions se aprieta. Este es el balance de la segunda jornada, grupo a grupo.

GRUPO A

En la primera jornada comentábamos el regreso del histórico Olympique de Marsella como una buena noticia. Pero pocos imaginaban el pelotazo que ha pegado el equipo francés en la misma catedral del fútbol europeo. Un golazo de Mathieu Valbuena (que merece ser visto varias veces) puso patas arriba Anfield y le echó el freno de mano a un Liverpool que tendrá que sudar su clasificación. Para rematarlo, el gol del Oporto, que se coloca segundo, en Turquía, llegó en el último minuto de su partido con el Besiktas.

GRUPO B

Era una ocasión irrepetible para matar al gigante, y de paso tomarse una revancha menor (porque se trataba, al fin y al cabo, de un partido de liguilla). Pero la ocasión se le escapó de entre las manos al Valencia, porque, con entrenador israelí, jefe loco, revuelo en el vestuario, y todo lo que se quiera, los nombres de Terry, Lampard, Drogba y compañía sugieren lo mismo que antes. Al final va a resultar que la victoria en Gelsenkirchen valdrá más de tres puntos. Ahora mismo, el Schalke, que ganó sin muchos argumentos en Noruega al Rosenborg, empata a puntos con el Valencia.

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GRUPO C

Hablando del Chelsea: a su antecesor como comprador de estrellas, el Lazio, le valió con su versión menor para empatarle al Real Madrid. No tiene nada que ver el equipo que ganó una liga y una Recopa a finales de los noventa, y lucía con Crespo, Verón, etc. con el renovado plantel de obreros de Lotito; pero el Lazio de Roma se hizo respetar en el Olímpico ante un equipo mucho mayor en calidad. Buena noticia el estado de van Nistelrooy, pero el equipo sigue sin jugar bien. Claro, que peor está el Werder Bremen, al que se le mojó la pólvora que mostró durante el fin de semana (ocho goles) para acabar cayendo con un Olympiakos oportunista y molesto, que se alza con el liderato.

GRUPO D

Una de tantas revanchas (Valencia-Schalke; Manchester-Roma?) quedaba también pendiente en Glasgow. La temporada pasada, sólo un gol de Kaká pudo echar al Celtic de la competición. Ese equipo aguerrido que ha montado Gordon Strachan fue capaz de tumbar al campeón, no sin polémica. Habrá que preguntarles a los jugadores del Milan qué piensan sobre que su portero, Dida, se tirara al suelo en el minuto 91 tras recibir un toquecito de un espectador que saltó al campo (tendrá que haber multa, por supuesto). El partido estaba 2-1, y la pérdida de tiempo que supuso la salida del guardameta (con una bolsa de hielo en el pómulo, inmóvil y con los ojos cerrados) fue definitiva para que no diera tiempo para más. El caso es que el Milán perdió, lo mismo que el Benfica de Camacho, que tiene muy gris su futuro en la Champions, tras caer en casa ante el adinerado Shaktar Donetsk.

GRUPO E

La madre de todas las sorpresas comenzó el martes, con una derrota inverosímil del Olympique de Lyon, en casa, ante el Glasgow Rangers. A lo mejor tenemos a dos españoles (Cuellar y Novo) en octavos de final, aunque todavía es pronto para decirlo. En todo caso, el Barça podrá ver pegarse a los otros tres tranquilamente salvo catástrofe. Veremos qué pasa con Alain Perrin, que tiene al Lyon líder en su Liga, pero lleva camino de decir adiós a Europa antes que nunca. Todo depende de la paciencia de su presidente, Jean Michel Aulás. De Messi podríamos decir algo, pero es mejor darse el gustazo de verle jugar al fútbol.

GRUPO F

Victoria portuguesa en Kiev y local en el Manchester-Roma. De éste último, lo justo es decir que los italianos merecieron mucho más. Para empezar, porque juegan mejor que el United a estas alturas de la temporada. El equipo de Ferguson es una exquisita ensalada de estrellas, pero le falta el aliño. Van tantos al ataque por la misma vía que no se aclaran, y lo fundamental es que el equipo sabía a lo que jugaba el año pasado. Este no. Al final pesará la calidad, pero si no mejora, podría lamentarlo. Mísera suerte, en todo caso, para Aquilani, un excelente futbolista, que tiene para varios meses tras fastidiarse la rodilla que le llevó llorando y en camilla al vestuario.

GRUPO G

Igual que en el United, las estrellas pueden pesar por sí solas en un resultado. Les pasa a todos los grandes. Al Inter de Milán, en este caso, con un sueco que le llegó de carambola de la Juventus. Dicen de Zlatan Ibrahimovic que es rebelde, indolente y egocéntrico. Pero tiene mucha clase, y eso cuenta mucho en las victorias. El martes tenía enfrente al PSV, al que le hizo dos goles. Uno de penalti (que él mismo provocó) y el otro con un cabezazo de listillo y la colaboración de Gomes. Y para casa. Ahora el líder es el Fenerbahçe de "nuestro" Roberto Carlos, que arrancó un valioso y trabajado empate en Moscú.

GRUPO H

La mejor noticia: el regreso del Sevilla. Pero el Sevilla con mayúsculas. Es cierto que fue ante un rival inferior (que, no obstante, no olvidemos, echó al Ajax de la previa), pero cuatro goles en Europa rejuvenecen a cualquiera. Además, para los que no lo supieran, apareció el Kanouté asistente, menos famoso que el goleador. No sólo goleador (aunque también) es Robin van Persie. Tiene un ojo especial ese Wenger para fichar a las joyas antes de que salgan a subasta y conviertan su precio en prohibitivo. Lo es Cesc, y también ese holandés, zurdo de los buenos, con un disparo sensacional, un desborde endiablado y una técnica considerable. El inclinó la balanza del lado del Ársenal en Bucarest, ante un lacónico Steaua.