Cómo un microcrédito te puede cambiar la vida
Los pequeños préstamos son en muchos casos la única oportunidad para mejorar las condiciones de las mujeres rurales en los países pobres
Madrid
Hace un año, el profesor Muhammad Yunus y el Banco Graneen de Bangladesh obtuvieron el Premio Nobel de la Paz gracias a su apuesta por los microcréditos, una herramienta que se ha demostrado muy eficaz en la lucha contra la pobreza, especialmente en el medio rural.
Muchos han logrado grandes cambios en sus vidas con apenas un poco de dinero. Los microcréditos consisten en préstamos de pequeñas cantidades de dinero, generalmente menos de 100 dólares, hechos a campesinos pobres en países en desarrollo quienes normalmente no reunirían las condiciones para acceder a créditos bancarios.
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Por tanto, es ésta la única vía con que ellos cuentan para establecer un negocio o financiar proyectos laborales y hacerse de una fuente de ingresos.
La ferretería de Joyce Wafukho
En un reciente reportaje, BBC Mundo cuenta la historia de Joyce Wafukho, una mujer de 30 años que descubrió que no había ferretería en el mercado de su pueblo en Kenia. Mary Ellen Iskenderian, directora de la organización no lucrativa Banco Mundial de la Mujer, cuenta como Wafukho pidió dinero prestado a sus familiares y empezó a vender clavos y tornillos en un puesto.
Pero Joyce necesitaba una inversión más fuerte. "Aunque trató, no pudo conseguir un crédito bancario de ninguna manera", recuerda la funcionaria. En ese momento, oyó hablar del fondo Financiero de Kenia para las Mujeres (KWFT por sus siglas en inglés), y pidió un préstamo de 70 dólares que revolucionó su negocio, mejoró las perspectivas de sus hijos y permitió a su hermana estudiar un doctorado para finalmente crear empleos en la comunidad.
Siete años después, Joyce tiene más de 20 empleados en su ferretería, dice Iskenderian. Esta una de las partes más emocionantes", agrega. "El empleado más reciente es su esposo, que se había tenido que ir a trabajar como policía en otro poblado".
Los microcréditos consiguen así en muchos casos no sólo ayudar a las mujeres, sino también reunir a las familias.