Los secretos de la CIA al descubierto
El servicio de espionaje de EEUU desclasifica cientos de documentos de sus actividades ilegales
Allende en Chile, Arbenz en Guatemala, Mossadegh en Irán, Lumumba, Videla, Castro, El Salvador. La CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, difundirá la próxima semana en su página de Internet las llamadas "joyas de la familia", una colección de documentos de operaciones encubiertas, muchas de ellas ilegales, que abarcan desde intentos de magnicidio a espionaje de disidentes y periodistas.
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El director de la CIA, Michael Hayden, anunció anoche la desclasificación de los documentos ante un foro de historiadores norteamericanos, a quienes explicó que los papeles "constituyen la historia de la CIA", básicamente material de la Guerra Fría de los años 50, 60 y 70.
La colección de documentos secretos conocida como "joyas de la familia", según recordó en su discurso Hayden, son los informes de los empleados de la CIA que, por orden del entonces director de la agencia de espionaje James Schlesinger, daban cuenta de los episodios de operaciones ilegales conforme al estatuto de la CIA.
"Los documentos ofrecen una ojeada de tiempos muy diferentes y una agencia muy distinta", dijo el general Hayden ante el gremio de historiadores del que forma parte.
Coincidiendo con el anuncio, el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington difundió también en su página de Internet algunos documentos de enero de 1975 en los que los máximos responsables de la Administración de Gerald Ford comentan los "descubrimientos" de las citadas actividades, parte de las cuales ahora se harán públicos.
El director de la CIA de aquel momento reconoce en una reunión del 3 de enero de 1975 con Ford que "hemos dirigido operaciones para asesinar a líderes extranjeros. Nunca hemos tenido éxito", asegura.El documento que transcribe la reunión cita a "Fidel Castro, Trujillo, el general Sneider de Chile y otros".
El pánico a la amenaza roja
En una reunión al día siguiente, Kissinger en referencia a estas actividades ilegales de la CIA afirma ante Ford que, según el (ex director de la CIA) Dick Helms, "son sólo la punta del iceberg" y advierte que de conocerse esa implicación directa de Robert Kennedy en el intento de asesinato de Castro "correrá la sangre".
En otro documento se admite la "tenue" conexión de la CIA con los ejecutores del asesinato el 30 de mayo de 1961 del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y niega la participación de la CIA en el asesinato el 17 de enero de 1961 de Patricio Lumumba, líder de la independencia congoleña.
La mano de la CIA preparó y financió decenas de golpes de Estado contra dirigentes incómodos. El primer ministro iraní Mossadegh en 1953, Juan Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, Allende en 1973, entre otros. Fueron políticos colocados del lado de los comunistas en el tablero de la guerra fría, pero muchos de ellos no pretendían más que emancipar a sus países del monopolio de grandes empresas que ejercían un poder colonial.
El espionaje de los periodistas que como Seymour Hersh publican entonces denuncias sobre la infiltración en los grupos pacifistas u otras actividades ilegales de la CIA dentro de Estados Unidos forman parte de los documentos ahora desvelados, que también refieren la interceptación del correo procedente de China y la Unión Soviética.
Incluso hay alguna referencia a pruebas de drogas en humanos, en este caso ciudadanos estadounidenses que no fueron advertidos de ello, para comprobar la modificación de conductas y que fueron financiadas por la CIA entre 1963 y 1973.