Ejecutado en la horca el vicepresidente de Sadam Husein
Taha Yasín Ramadán fue declarado culpable de la muerte de 148 chiíes en 1982
El ex vicepresidente iraquí Taha Yasín Ramadán ha sido ahorcado esta madrugada -a las 01.05 hora peninsular española, según fuentes oficiales iraquíes-, el mismo día en que se cumple el cuarto aniversario del comienzo de la invasión de Irak por tropas estadounidenses. Ramadán se convierte así en el cuarto de los colaboradores de Sadam Husein -ejecutado el pasado 30 dediciembre- en morir tras ser condenado, después de que el 15 de enero fueran ejecutados el hermanastro de Sadam, Barzan el Tikriti, y el antiguo presidente del Tribunal Revolucionario, Awad Hamad al Bandar.
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Según un testigo de la ejecución -citado por la cadena estadounidense CNN en su edición de Internet-, las autoridades iraquíes tomaron las medidas necesarias para que no se repitiese lo ocurrido tras la ejecución del hermanastro de Sadam, que resultó decapitado.
'Caso Dujail'
De origen kurdo y colaborador del ex presidente iraquí, Ramadán (Mosul, 1938) -que fue condenado a morir en la horca el pasado 12 de febrero por el asesinato de 148 chiíes en Dujail en 1982-, ocupaba la vicepresidencia de la república (tercer cargo en importancia del régimen) en el momento de la invasión.
El Gobierno iraquí hace de esta forma oídos sordos a la multitud de llamamientos recibidos de todo el mundo para que no ejecutase a Ramadán, entre ellos el del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que pidió conmutarle la pena de muerte por otra de prisión.
Horas antes, miembros del Gobierno iraquí habían pedido a las tropas estadounidenses en Irak que le entregasen a Ramadán -que estaba aún bajo su custodia- para proceder a su ahorcamiento, y habían avisado a los familiares del ex vicepresidente de que su condena sería ejecutada a primera hora de este martes.
Ramadán fue condenado en noviembre a cadena perpetua, pero el propio Gobierno iraquí apeló la sentencia y un mes después el Tribunal de Casación ordenó la revisión de la sentencia y la elevó, el pasado febrero hasta la ejecución en la horca, algo que también ocurrió con Sadam y los otros dos colaboradores ahorcados junto a él el pasado 30 de diciembre. Durante su proceso, Ramadán se declaró en todo momento inocente y negó cualquier implicación en ese caso, aduciendo que su responsabilidad se limitaba a los asuntos económicos, no a la seguridad.
