Rajoy hace un llamamiento a la "defensa de España" tras la manifestación contra el Gobeirno

Mariano Rajoy, tras agradecer a los asistentes su respuesta a la convocatoria, ha asegurado que "nos ha movilizado la actuación de un Gobierno que se ha dejado coaccionar por un asesino y ha cedido". Así finalizaba la manifestación convocada por el PP, que se había iniciado dos horas antes en la puerta de Alcalá encabezada por una pancarta con el lema "España por la libertad. No más cesiones a ETA", tras la que se situó Rajoy y la plana mayor del PP.

El líder del PP, con cara de evidente satisfacción ante el éxito de la convocatoria, ha sido recibido con gritos de "Presidente, presidente". Mariano Rajoy ha decidido moderar a última hora su intervención, ya que donde ha dicho "nos ha movilizado la actuación de un Gobierno...", en el texto distribuido previamente a los medios de comunicación decía "nos ha movilizado la torpeza de un Gobierno...".

"Hemos venido -continuó el presidente del PP- a decir 'no' a esa burla de ambulancia y 'no' a todo lo que se oculta tras esa claudicación". En este momento, los manifestantes lanzaron un grito unánime: "Zapatero, dimisión".

Las repetidas descalificaciones a la actuación del Gobierno en relación con el etarra De Juana salpicaron todo el discurso de Rajoy. Frases como "es el peaje que paga el Gobierno para poder negociar", o "Eta no quiere la paz, busca la victoria y ha descubierto un Gobierno débil y quiere aprovechar la ocasión", fueron caldeando el ambiente.

Los asistentes a la manifestación corearon un nuevo grito dirigido al presidente del Gobierno: "Si tienes cojones, convoca elecciones".

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Una asistencia masiva

Ya media hora antes de la fijada para el arranque de la manifestación convocada por el PP, una marea de banderas de España, lazos azules y carteles contra Zapatero, componían el paisaje urbano en el centro de la capital de España. La Delegación del Gobierno en Madrid ha cifrado en 342.655 personas la asistencia a esta manifestación.

El millar de autobuses -según estimación del consejero de Interior de la Comunidad de Madrid- que han trasladado hasta Madrid a manifestantes de todas las provincias iban dejando a los militantes y simpatizantes del PP en puntos estratégicos, como la estación de Atocha, por lo que el desfile de manifestantes comenzaba en esos puntos para confluir en la puerta de Alcalá. El resultado fue que el gran eje central de Madrid era un continuo desfilar de ciudadanos con bandera.

Sin embargo, a la hora de cuantificar la asistencia a la manifestación, la Comunidad de Madrid habla de 2.125.000 personas. Una cifra que contrasta con la información facilitada por Alfredo Prada, el consejero de Interior, quien en 'Telemadrid' hablaba de una superficie de 400.000 metros cuadrados ocupada por los manifestantes. Para llegar a la cifra del Gobierno de Esperanza Aguirre tendría que haber más de cinco personas por metro cuadrado, lo que físicamente no es posible.

La plana mayor del PP

El líder del PP, Mariano Rajoy, portaba la pancarta con el lema principal de la convocatoria. Junto a él se encontraba la presidenta del PP vasco, María San Gil, y Pilar Elías, la viuda de Ramón Baglietto, así como numerosos cargos electos del partido en el País Vasco. Junto a San Gil se situó el ex presidente del Gobierno José María Aznar, que fue muy aplaudido a su llegada a la Plaza de Cibeles junto con su esposa, Ana Botella.

También destacó la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; la de los portavoces del PP en las Cámaras, Eduardo Zaplana y Pío García Escudero, o la del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, entre otros, así como la del ex jefe del Ejecutivo Leopoldo Calvo Sotelo.

Atención a los símbolos

De la seguridad de la manifestación se encargaron más de 500 jóvenes de Nuevas Generaciones del PP. Su obsesión era

intentar -al parecer, con éxito- evitar los símbolos y pancartas que puedan considerarse "ofensivos", así como las banderas nacionales distintas a la constitucional.

A pesar del esfuerzo, entre los manifestantes se podía ver algún nostálgico del régimen anterior con su camisa azul falangista y una bandera de España en la que el lugar del escudo franquista lo ocupa un toro de Osborne, negro como el águila imperial. Todo sea por no llevar una bandera constitucional de España.