Muere un guardia civil en un tiroteo con atracadores en Salou
Con ésta, siete personas han muerto de forma violenta en Cataluña en diez días
Un agente de la Policía Judicial de la Guardia Civil del puesto de Salou (Tarragona) falleció anoche como consecuencia de un tiroteo mantenido en dicha localidad con dos individuos que pretendían atracar a unos joyeros. Uno de los atracadores se encuentra gravemente herido y se debate entre la vida y la muerte. Hoy, 150 personas se han manifestado contra este hecho.
Fuentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Tarragona precisaron que sobre las 21.45 horas de anoche se recibió una llamada de un vecino alertando de un atraco en una calle de Salou, por lo que tres agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y dos patrullas uniformadas acudieron al lugar.
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Testigos del delito informaron a los agentes de que los delincuentes se metieron en un edificio, en el que fueron localizados y cuando procedían a su detención se produjo un forcejeo y un intercambio de disparos, en el que uno de los agentes sufrió una herida mortal y uno de los atracadores también fue herido y se encuentra al borde de la muerte en el Hospital Juan XXIII de Tarragona. Los dos joyeros salieron ilesos.
El ayuntamiento de Salou ha decretado hoy tres días de duelo oficial por la muerte del guardia civil.
Manifestación de 150 personas contra la violencia
Unas 150 personas de varias edades y nacionalidades se manifestaron esta tarde en Salou para rechazar la violencia y lamentar la muerte del Guardia Civil.
El lema de la manifestación inicialmente era ''Un pueblo unido contra la delincuencia extranjera'', pero finalmente se quitó la expresión "extranjera". Según uno de los organizadores, Gaspar del Hierro, "no se trata de una manifestación contra la inmigración", aunque él mismo aseguró que "el 90% de los delincuentes de Salou son de fuera".
Siete muertes violentas en diez días
Tras la muerte del guardia civil, un total de siete personas han fallecido en circunstancias violentas, y otra se debate entre la vida y la muerte, en diez días de agitada crónica negra en Cataluña, cuyo episodio más truculento ha sido el parricidio de Alcanar (Tarragona), en el que un joven de 19 años descuartizó a sus padres y ayer se suicidó de un tiro en la cabeza.
El primer episodio violento de estos diez días trágicos se registró el pasado 21 de febrero, cuando David Z.G., que ya se encuentra en prisión, empujó mortalmente a las vías del metro de la estación de Navas, en Barcelona, a un hombre sordomudo de 52 años, que falleció en el acto.
Tan sólo tres días después, el pasado sábado 24 de febrero, Salvador C., de 62 años, que también está en prisión, roció con disolvente y prendió fuego a su esposa, Merdeces M., cuando estaba en la cocina de su domicilio, en Badalona (Barcelona). La mujer, que le había dicho a su marido que se quería divorciar, fue ingresada en el Hospital del Vall d''Hebrón de Barcelona, donde falleció al cabo de dos días.
Cuatro días después, el miércoles 28 de febrero, apareció muerta la empleada de una zapatería de Sabadell (Barcelona), en medio de un gran charco de sangre en la trastienda del local, en un caso en el que los Mossos siguen investigando, con la hipótesis principal de que se trata de un homicidio.
