Entierran en la intimidad a la soldado muerta en Afganistán
Al multitudinario funeral de Friol acuden el ministro de Defensa y el presidente del PP
El funeral por la soldado Idoia Rodríguez, fallecida el pasado miércoles en un atentado en Afganistán, ha tenido lugar en el Polideportivo de Friol (Lugo). En un principio, estaba previsto que el funeral tuviera lugar en la iglesia de San mamede de Nodar, localidad de residencia de la familia de la soldado muerta, pero finalmente se ha celebrado en el polideportivo de Friol ante la masiva afluencia de vecinos. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, al igual que el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el Gobierno de la Xunta al completo, acudieron al funeral.
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El día gris, el viento y la lluvia de nuevo quisieron estar presentes en el tercer día de luto por Idota Rodríguez en su municipio natal de Friol. Autoridades civiles y militares del Estado y de la Comunidad Autónoma se han dado cita, junto a familiares, amigos y compañeros, en el funeral que se ha celebrado en el polideportivo de la localidad.
Los dos más altos responsables de la Defensa española, el ministro José Antonio Alonso; y el jefe mayor de Estado de la Defensa, general de Ejército, Félix Sanz; han asistido a la ceremonia religiosa que finalmente la familia ha decidido trasladar al polideportivo de la localidad natal de la soldado debido al mal tiempo y a la afluencia masiva de persona, como ya quedó de manifiesto en la misa que se celebró el viernes por la noche en el tanatorio.
Al funeral también han acudido el Gobierno de la Xunta en pleno, con su presidente a la cabeza; el presidente del PP, Mariano Rajoy; así como mandos militares y compañeros de la joven en la base de la Brilat, a la que pertenecía Idoia. Tras las exequias, en las que se vivieron numerosas muestras de dolor, la joven fue enterrada en el cementerio parroquial de San Mamede de Nodar, localidad donde reside la familia de la soldado muerta.
Multitudinaria capilla ardiente
Durante la jornada del viernes, cientos de personas pasaron por el tanatorio de Friol, donde se instaló la capilla ardiente de la joven. Familiares, amigos, compañeros de la carrera militar y autoridades arroparon a la familia y rindieron un último homenaje a la soldado, cuyo féretro estaba cubierto por una bandera de España aunque con el rostro al descubierto.
Posteriormente, cientos de personas abarrotaron el tanatorio de Friol durante la misa oficiada en memoria de Idoia Rodríguez Buján, que se desarrolló en un ambiente de tristeza y consternación del que, debido a las reducidas dimensiones de la capilla, muchas personas se quedaron fuera a pesar de la lluvia que no dejó de caer durante la ceremonia.
