Alonso rechaza enviar más tropas a Afganistán: "Vamos a mejorar la calidad"

España mantendrá en la primera reunión informal de ministros de Defensa de la OTAN, que se celebra en Sevilla hoy y mañana, su negativa a enviar más soldados a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), el mismo rechazo que sostuvo ante los 26 países aliados en la pasada cumbre de Riga (Letonia), aunque con la novedad de que ahora propondrá un programa de formación de unidades militares afganas en el país asiático, asumiendo cada país participante el coste económico de este adiestramiento. Así lo explicaba el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, en la Cadena Ser: "Vamos a mejorar la calidad de las tropas, no la cantidad".

Alonso explicó como se mandarán nuevos "aviones no tripulados" a Afganistán y no se enviarán nuevas tropas, sino que se "formarán y financiararán unidades del ejército afgano, para que progresivamente controlen la situación". Sevilla volverá a ser la sede de una reunión informal de la Alianza Atlántica, ya lo fue en 1992, aunque en esta ocasión la cita coincidirá con otro importante aniversario, se cumplen 25 años de la entrada de España en la OTAN.

Durante el cónclave ministerial -en el que se podrá avanzar en posturas comunes pero nunca adoptar decisiones definitivas al ser una reunión ''informal''-, España defenderá su rechazo a aumentar el actual contingente y lo hará argumentando que está cumpliendo los compromisos adquiridos cuando aceptó desplegarse en la zona oeste de ISAF, en la que lidera, con unos 690 militares, el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghis y la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat.

País de entidad media

En esa misma línea, hará hincapié en que el esfuerzo destinado a esta misión es muy importante, tanto en el plano económico como en el militar, y recalcará que, como país de entidad media, no puede convertirse en el segundo o tercer contribuyente de la operación de la Alianza Atlántica. Según Alonso, "el núcleo duro" de la Unión Europea coincidirá en esa misma postura, reacia al aumento de tropas en la que es la operación de paz más importante liderada por la OTAN.

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La postura española, idéntica a la mantenida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la cumbre de Riga a finales del pasado año, se verá modificada por una oferta que el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, planteará a sus colegas aliados, la formación de militares y policías afganos por parte de las tropas de ISAF.

Plan de adiestramiento

España ofrecerá un plan de adiestramiento de unidades militares, previsiblemente de entidad batallón -unos 500 efectivos-, asumiendo cada país participante el coste de dicho entrenamiento. La iniciativa implicará que España forme en la zona oeste a uno o dos batallones del Ejército Nacional Afgano (ANA), asumiendo el coste del material y los salarios de los alumnos que recibirían instrucción de militares españoles destacados en el país asiático.

Según estimaciones iniciales, la instrucción de un batallón afgano -unos 500 efectivos- equivale al 20 del coste total del despliegue de un batallón español. El plan podría implicar enviar nuevas tropas a la zona pero, en todo caso, no se superaría el máximo autorizado de 700 efectivos.

La OTAN en Kosovo

Los 26 países aliados analizarán en Sevilla la situación de Kosovo por primera vez tras conocerse la propuesta de soberanía tutelada que ha presentado el enviado especial de Naciones Unidas, Marti Ahtisaari. Tendrán oportunidad de discutir sobre el futuro a corto y largo plazo de las tropas internacionales allí destinadas en el marco de la Fuerza de la OTAN, la KFOR.

España es partidaria de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe otra resolución que ampare la misión de KFOR una vez quede aprobado el nuevo ''status'' de la actual provincia serbia y sostiene que la UE debe tener un importante protagonismo en este proceso, de cara a la incorporación paulatina de los países balcánicos a la propia institución comunitaria.

Otro de los temas centrales de la reunión serán las discusiones sobre el uso y los procedimientos de la Fuerza de Reacción Rápida de la OTAN (NRF), la fuerza ''aliada'' con capacidad para actuar en cualquier punto del mundo en un plazo de cinco. Los aliados deberán abordar los procesos de adiestramiento y el cumplimiento de las rotaciones y también analizar si se puede emplear como fuerza de reserva, posibilidad a la que España se opone y sólo apoya su despliegue para casos de emergencia humanitaria no como refuerzo.