El juez Garzón envía a prisión al etarra detenido la semana pasada en Portbou
ETA se planteó un gran atentado si el proceso de paz no avanzaba en tres meses
El juez Baltasar Garzón ha ordenado esta noche el ingreso en prisión del presunto etarra Iker Aguirre Bernadal, detenido el pasado día 25 en la localidad gerundense de Portbou cuando supuestamente se dirigía a Valencia a recabar datos para cometer atentados durante la Copa del América, que se celebrará este verano en la ciudad levantina.
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Según fuentes jurídicas, Garzón le imputa, entre otros, un delito de pertenencia a banda armada y otro de conspiración para cometer estragos y asesinatos terroristas, y además le atribuye la intención de viajar a Alicante para obtener información sobre objetivos turísticos en los que colocar coches-bomba y mochilas bomba como ciertos complejos hoteleros.
Garzón adoptó esta decisión a petición del fiscal tras tomar declaración a Aguirre, quien, según el juez, actuaba bajo las órdenes del dirigente etarra Garikoitz Aspiazu, Txeroki.
Según las declaraciones de Aguirre, la banda quería tener a punto un gran atentado para demostrar que su capacidad operativa está prácticamente intacta. ETA quería tener a punto un gran atentado, y el objetivo era el Levante español.
El jefe del aparato militar de ETA y responsable de la línea dura de la organización, Txeroki, envió a Aguirre a la Comunidad Valenciana con el objetivo de recabar información sobre el puerto de Valencia y sobre la ubicación de las delegaciones internacionales que se darán cita allí el próximo mes de abril por la Copa del América de Vela.
En su declaración ante los agentes de la Brigada de Información, Aguirre explicó que Txeroki se mostró en conversaciones con él escéptico sobre el desenlace final de la tregua, y que por ello y ante la posibilidad de la ruptura del diálogo, tenía que tener ultimado un gran golpe, en este caso en Valencia.
