El cura acusado de abuso sexual niega los hechos "ante Dios y los hombres" pero su víctima se ratifica
El joven asegura ante el tribunal que sufrió tocamientos 2 o 3 veces al mes
La Audiencia Provincial de Madrid juzga desde hoy al sacerdote Rafael Sanz Nieto, de 72 años, que está acusado de abusar sexualmente de un niño de 12. El arzobispado de Madrid, conocedor del presunto delito, guardó silencio y tapó el escándalo. Los hechos, avanzados en su día por la Cadena SER, fueron denunciados ante la justicia por los catequistas de la parroquia hace ya cuatro años.
El sacerdote ha negado las acusaciones, diciendo que "es falso ante Dios y ante los hombres" lo que se le imputa.
Más información
- En prisión un joven monitor de campamentos por abusar de un niño de 12 años en Valencia
- En libertad con cargos un cura que fue detenido por un presunto delito de abusos sexuales a un menor
- Multa de 2.100 euros al cura de Granada que abusó de un menor
- El Tribunal Supremo condena a la Iglesia por no vigilar a los curas pederastas
- Récord de indemnizaciones para las víctimas de abusos sexuales de curas de Los Ángeles
- La Justicia investiga a un sacerdote de Madrid por supuestos abusos sexuales a menores
- El fiscal pide cárcel para un cura por abusar de un niño y responsabilidad para el Arzobispado de Madrid
- El Papa evita procesar al fundador de los Legionarios de Cristo por abusos sexuales
- La familia de dos menores pide cárcel para un cura por abusar de ellos
Su testimonio contrasta con el de la víctima, ahora con 20 años, que ha insistido en que el cura abusaba de él dios o tres veces al mes. Los abusos consistían normalmente en tocamientos, pero una vez -ha asegurado- intentó violarlo en la sede de la vicaría.
El joven ha declarado que el párroco le contó que estas prácticas las hacía también con otros niños conocidos de ambos.
La Fiscalia de Madrid pide para el sacerdote tres años de carcel, una indemnizacion de 30.000 euros y la declaracion del Arzobispado de Madrid como responsable civil subsidiario.
Acusa a Rafael Sanz Nieto de un delito continuado de abusos sexuales sobre un menor que tenía doce años cuando ocurrieron los hechos. El fiscal asegura en su escrito que sometió al niño a tocamientos y que lo hizo incluso en la propia vicaría.
Los padres de la víctima sostienen que hubo además un intento de violación y solicitan como acusación particular siete años de prisión. También sospechan que el cura pudo haber forzado además a su otro hijo más pequeño, pero no lo pueden acreditar. El Arzobispado de Madrid, dirigido por el cardenal Rouco Varela, conoció en el año 2000 el presunto delito, pero lo ocultó.