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Informe íntegro de los servicios secretos de EEUU sobre terrorismo islamista

Informe Desclasificado de la Agencia de Inteligencia con las Conclusiones Principales sobre "Tendencias en el Terrorismo Global: Implicaciones sobre Estados Unidos". Abril de 2006.

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Los esfuerzos llevados a cabo por Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo han dañado seriamente el liderazgo de Al Qaeda y han trastocado sus operaciones. Sin embargo, consideramos que Al Qaeda seguirá siendo la organización terrorista que constituya la mayor amenaza para los intereses estadounidenses tanto en el territorio nacional como en el extranjero. Asimismo, consideramos que el movimiento yihadista a nivel global (incluyendo a Al Qaeda y otras organizaciones terroristas afiliadas o independientes, así como nuevas redes y células) se está expandiendo y adaptando a los esfuerzos antiterroristas.

· A pesar de que no podemos valorar con precisión la expansión, un buen número de informes de distintas fuentes señala que los activistas yihadistas, si bien representan un porcentaje mínimo entre los musulmanes, están aumentando en número y en dispersión geográfica.

· Si esta tendencia se mantiene, la amenaza para los intereses estadounidenses tanto en casa como en el extranjero será mayor, conduciendo a un aumento de los ataques en todo el mundo.

· Más pluralismo y sistemas políticos más responsables en los países de mayoría musulmana aliviarían algunas de los problemas internos que explotan los yihadistas. Con el tiempo, este progreso unido a programas multifacéticos continuados encaminados a mermar el movimiento yihadista y a una presión mantenida sobre Al Qaeda podría erosionar el apoyo a los yihadistas.

Consideramos que el movimiento yihadista a nivel global está descentralizado, carece de una estrategia global coherente y se está haciendo más difuso. Es cada vez más probable que surjan nuevas redes y células yihadistas, con programas anti-estadounidenses. La confluencia de un objetivo común y de actores dispersos hará más difícil encontrar y eliminar grupos yihadistas.

· Consideramos que la amenaza operacional de las células radicalizadas aumentará en relación con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, en particular en el extranjero pero también sobre el territorio nacional.

Consideramos que la yihad en Irak está forjando una nueva generación de líderes terroristas y activistas. La percepción que de que los yihadistas tiene éxito, inspiraría a más activistas a extender la lucha por todos sitios.

· El conflicto de Irak se ha convertido en la causa principal de los yihadistas, aumentando el profundo rencor hacia Estados Unidos por inmiscuirse en el mundo islámico y provocando un aumento de los partidarios de la yihad global. Si los yihadistas que vuelven de Irak se ven y son vistos como derrotados, creemos que un número menor de activistas estará inspirado para continuar la lucha.

Consideramos que los factores subyacentes que alimentan la expansión del movimiento son mayores que las debilidades y es probable que este balance no varíe en el período de este Informe.

· Cuatro factores subyacentes alimentan la expansión del movimiento yihadista: (1) Intrincados problemas internos como la corrupción, la injusticia y el miedo a la dominación occidental, que conducen a la ira, la humillación y a un sentimiento de impotencia; (2) la yihad en Irak; (3) el lento progreso de las reformas económicas, sociales y políticas tangibles en muchos países de mayoría musulmana; y (4) un dominante sentimiento anti estadounidense entre la mayoría de los musulmanes. Todos estos factores son explotados por los yihadistas.

Las debilidades concomitantes en el movimiento yihadista han puesto de manifiesto que, si son señaladas y explotadas, podrían empezar a reducir la expansión del movimiento. Éstas incluyen la dependencia de la continuación de los conflictos relacionados con el mundo musulmán, el limitado atractivo de la ideología radical yihadista, el surgimiento de voces respetadas que llaman a la moderación y el criticismo a las tácticas violentas empleadas mayormente contra ciudadanos musulmanes.

· La mayor debilidad de los yihadistas reside en que la solución política última que proponen (un mundo musulmán gobernado en base a una interpretación ultra conservadora de la saría) es impopular entre la gran mayoría de los musulmanes. Mostrar la opresión política y religiosa implícita en la propaganda de los yihadistas ayudaría a alejarlos del público al que tratan de persuadir.

· La reciente condena de la violencia y de las interpretaciones extremistas de la religión por unos pocos clérigos de peso señala una tendencia que podría facilitar el crecimiento de una alternativa constructiva a la ideología yihadista: activismo político pacífico. Esto también podría conducir a una participación más consistente y dinámica en el rechazo de la violencia por parte de más comunidades musulmanas, reduciendo la capacidad de los radicales para sacar provecho de la pasividad de las comunidades. En esta dirección, la corriente islámica principal surge como el arma más poderosa en la guerra contra el terrorismo.

· Enfrentarse a la expansión del movimiento yihadista requerirá esfuerzos multilaterales coordinados que van mucho más allá de las operaciones para capturar o matar los líderes terroristas.

Si el esfuerzo de reformas democráticas en la mayoría de países musulmanes progresa en los próximos cinco años, la participación política probablemente provocaría a una brecha entre los extremistas intransigentes y los grupos con voluntad de emplear el proceso político en conseguir sus objetivos locales. Sin embargo las reformas de asistencia y las potenciales transiciones desestabilizadoras crearán nuevas oportunidades para que los yihadistas alcancen sus proezas.

Al Qaeda, ahora entremezclada con la red de Abu Mus'ab al-Zarqawi, está aprovechando la situación en Irak para atraer a nuevos reclutas y donantes y mantener su papel de liderazgo.

· La pérdida de líderes clave, particularmente Osama Bin Laden, Ayman al-Zawahiri, y al-Zarqawi, uno tras otro, probablemente haría que el grupo se fracturara en grupos más pequeños. Aunque individuos con la misma opinión se esforzarían en llevar a cabo la misión, la pérdida de esos líderes clave exacerbaría las tensiones y desacuerdos. La evaluación que nosotros hacemos es que el resultado de estos grupos fracturados supondría, al menos durante un tiempo, una amenaza menos seria para los intereses de Estados Unidos de lo que representa Al Qaeda.

· Si Al-Zarqawi continúa evitando su captura y reduciendo los ataques contra musulmanes, consideramos que su clamor popular se podría extender y presentarse como una amenaza global.

· El papel creciente de los iraquíes en el control de las operaciones de Al Qaeda en Irak, podría conducir a yihadistas extranjeros veteranos a centrar sus esfuerzos en operaciones externas.

Otras organizaciones extremistas suníes afiliadas, como Jemaah Islamiya, Ansar al-Sunnah, y diferentes grupos norte africanos, más los que no se conozcan, es probable que expandan su alcance y lleguen a ser capaces de provocar múltiples y/o ataques masivos fuera de sus áreas tradicionales de operación.

· Consideramos que grupos como estos representan menor peligro para la Tierra Santa que Al Qaeda pero supondrán varios grados de amenaza para nuestros aliados y para los intereses de Estados Unidos en el extranjero. El objetivo de sus ataques es posible que varíe entre objetivos locales y regionales, así como globales.

A nuestro juicio la mayoría de grupos yihadistas (tanto conocidos como de nueva formación) usarán explosivos improvisados y ataques suicidas, principalmente, sobre objetivos blandos para implementar su estrategia asimétrica de guerra; e intentarán conducir los ataques terroristas en entornos urbanos. Activistas con experiencia en Irak son fuentes de liderazgo potencial para que los yihadistas persigan estas tácticas.

· Los grupos yihadistas seguirán buscando armas químicas, biológicas radiológicas y nucleares (CBRN, en sus siglas en inglés).

Mientras, Irán y, en menor grado, Siria, continúan siendo los países patrocinadores más activos del terrorismo, muchos otros estados serán incapaces de prevenir su territorio o sus fuentes de ser explotadas por terroristas.

El sentimiento anti estadounidense y anti globalización está incrementando y alimentando otras ideologías radicales. Esto podría llevar a que grupos izquierdistas, nacionalistas o separatistas, adoptaran métodos terroristas para atacar intereses de Estados Unidos. El proceso de radicalización está sucediendo más rápida y ampliamente, y de una manera más anónima, en la era de Internet; incrementado la probabilidad de ataques sorpresa por grupos desconocidos cuyos miembros y partidarios son más difíciles de señalar.

· A nuestro juicio, todos los grupos con todas las rayas incrementarán el uso de Internet para comunicarse, anunciarse, reclutar, entrenar y obtener apoyo logístico y financiero.

 
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