Sabina da un puntapié a su 'nube negra' con un lleno en Las Ventas
El jienense se reencuentra con Madrid seis años después de su último concierto

Joaquín Sabina durante el concierto ofrecido esta noche en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. / Alberto Martín (EFE)

Joaquín Sabina llenó anoche la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, donde no actuaba desde el año 2000. Seis años, un ictus cerebral y una depresión después, Sabina se reencontró con su escenario más querido "como un torero miedoso", y reconociendo ante más de 15.000 personas que aún le tiemblan las piernas al llegar al coso madrileño.
Más información
- ¿Qué es un ictus?
- Chavela Vargas deja los escenarios al cumplir 50 años de carrera
- Un juez suspende la venta de la biografía de Sabina
- 'Dos pájaros de un tiro', la gira de Sabina y Serrat para este verano
- Serrat y Sabina presentan 'Dos pájaros de un tiro' "ilusionados" y buscando la complicidad del público
- Sabina suspende un concierto en Gijón a la quinta canción
- Sabina llega a grandes ciudades "entre las ganas y el miedo"
- Sabina pide disculpas en verso por su "gatillazo gijonés"
Su "nube negra", la canción que para él escribió el poeta Luis García Montero y que se ha convertido en su antídoto contra la depresión que a punto estuvo de hacer que el jienense "se cortara la coleta" -"no la colita", puntualizó- se impuso a la auténtica noche de tormenta que amenazó con desatarse durante un concierto que duró más de dos horas y media.
El Sabina más emotivo -aunque no el más enérgico- conquistó al público de Las Ventas, que coreó incansable sus canciones de siempre y de sus últimos discos. Como es habitual en sus conciertos, entre el público había personas de 20, 30, 40 y 50 años que disfrutaron al principio de la noche de los temas de Olga Román, que hizo las veces de telonera.
Tras la vocalista, llegó un Sabina con traje gris y bombín que ya avanzó lo que traería la noche coreando "Y nos dieron las diez". Luego llegaron "Aves de paso", "Ahora qué" o "Esta noche contigo". Sobre el escenario, una triple pantalla gigante acompañaba cada tema con proyecciones en las que hubo homenajes a personajes como Chavela Vargas, Leonard Cohen o Bob Dylan, mientras el público coreaba "Conductores suicidas", "Siete crisantemos" o "La del pirata cojo".
La plaza se rindió ante Sabina con los primeros acordes de temas tan emblemáticos como "Que se llama soledad" y "Calle melancolía". El homenaje definitivo a la capital llegó con "Yo me bajo en Atocha" -tema que el músico dedicó a "los ausentes"- y "Pongamos que hablo de Madrid", que volvió a cambiar su letra original de "cuando la muerte venga a visitarme, que me lleven al sur donde nací" por "aquí he vivido, aquí quiero quedarme".
Sobre el escenario, Joaquín Sabina estuvo acompañado por los de siempre: Pancho Varona, Antonio García de Diego, Olga Román y Jaime Asúa.