Análisis de los rivales del Real Madrid en el Grupo E
Real Madrid acometerá de nuevo la lucha por su décima corona en un grupo contra el Olympique de Lyon, al que ya se enfrentó con poca suerte en la liguilla de la pasada campaña, además e un histórico como el Steaua de Bucarest y el Dinamo de Kiev, que tampoco trae muy buenos recuerdos.
OLYMPIQUE DE LYON
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Fue precisamente en el estadio de Gerland, en Lyon, donde el Real Madrid empezó a doblar la rodilla en Europa la temporada pasada. En el estreno de la última edición, el Lyon le dio un repaso al Madrid (3-0) con tres goles en la primera media hora de partido. Carew, Juninho Pernambucano -de falta directa- y Silvain Wiltord fueron los ejecutores de la primera gran derrota del equipo de Luxemburgo.
Ha fichado al 'otro Diarrá', Alou, que militaba en el Lens, para sustituir a Mahamadou, que fue traspasado al Real Madrid por 26 millones de euros. El centrocampista de Mali se enfrentará, por primera vez, dentro de veinte días, contra sus ex compañeros. Sin él, Juninho continúa liderando a un equipo que ha sido campeón de Francia los últimos cinco años. También han llegado Squilaci, central del Mónaco, y Kallstrom, mediocentro zurdo de calidad que jugó el Mundial con Suecia.
Lo mejor: su fortaleza física en el centro del campo, y su gusto por el buen fútbol. Sin el Diarrá mayor, 'el otro' aportará equilibrio y fuerza en la recuperación. Juninho es un genio repleto de talento que puede desequilibrar en cualquier momento. Houllier apenas aprovechó la pasada temporada la calidad de Benoit Pedretti en el mediocentro, lo que quiere decir que el banquillo es de garantías. En ataque no sólo tienen un goleador, -con Carew o Fred-, sino que los hombres que juegan de extremos pueden marcar también -Wiltord, Malouda, Govou -. Hatem Ben Arfa -19 años-, aporta juventud y mucha clase.
Lo peor: que, aunque su forma de jugar es antagónica a la del Chelsea inglés, su currículum es parecido, para lo bueno y lo malo. El Lyon aplasta en la liga francesa, nadie puede contestar su dominio, pero en Europa siempre se acaba dejando el sueño por el camino. El PSV, hace dos temporadas, y el Milán, en la pasada, borraron de la competición al equipo que mejor fútbol hacía. El lateral derecho es, quizá, su posición más débil. Houllier empieza a probar al joven François Clerc en ese lugar.
Cómo juega: con un 4-3-3 similar al que utiliza la selección holandesa. Paul Le Guen lo aplicó, y Gerard Houllier lo ha adoptado, a su llegada al banquillo, la temporada pasada. De hecho, los extremos -Malouda y Wiltord, normalmente-, son el pilar ofensivo del equipo cuando el recurso Juninho no funciona -cosa que es extraño que suceda-. Tácticamente es un equipo bien trabajado, con dos centrales fuertes y contundentes, y Coupet es todo un seguro en la portería.
En su liga busca el sexto título consecutivo en la 'Ligue 1' francesa, algo que ningún equipo ha conseguido en la historia de la competición. Su inicio ha sido más problemático de lo esperado, a pesar de sumar dos victorias y un empate, en casa, ante el Toulouse. Comanda la clasificación, con 7 puntos, junto al otro Olympique, el de Marsella, y al sorprendente Le Mans.
STEAUA BUCAREST
Tras proclamarse campeón en el 86, en el Sánchez Pizjuan, y contra el Barça en los penaltis, el Steaua llegó a la final del 89, donde fue prácticamente arrollado por el Milán de Gullit y van Basten -que marcaron los goles- y, prácticamente desapareció del mapa.
Ha ido sacando jóvenes promesas, que ha vendido a equipos europeos, y el paso de algunos ilustres, -el último, Walter Zenga, aquel guardameta italiano-, la ha acercado al fútbol del continente. Pero este año le ha tocado el turno de recuperar el tiempo perdido. El mítico George Becali preside un equipo plagado de jugadores jóvenes y desconocidos, que ha apeado en la previa al Nova Gorica esloveno, primero; y al Standard de Lieja belga, después.
Lo mejor: su carácter combativo y su capacidad para levantarse. Contra el Standard tuvo que remontar un gol en contra, recibido nada más empezar en Bucarest, y acabó llevándose la eliminatoria, no sin sufrir bastante. Su afición lleva tiempo sin ver a los grandes de Europa y eso puede motivar al equipo.
Lo peor: es un rival desconocido, con futbolistas sin experiencia en la elite, e irregular fuera de su país. Vuelve a coger la senda del triunfo que dejó aparcada en la liga rumana hace unos años, pero en Europa le cuesta dar algún que otro susto. Esta es su gran oportunidad.
Cómo juega: volviendo al manual del fútbol de la Europa del Este. Tras el paso de Zenga por el equipo, un joven Cosmin Olaroiu -37 años-, que terminó sus días de futbolista en Japón, ha cogido las riendas del equipo, y le ha devuelto al estilo clásico de lucha, pelea y presión en el medio campo. No es un equipo goleador, y suele cerrarse bien en defensa, aunque lo normal es que pase muchos problemas en el Bernabéu y en Gerland -estadio del Olympique de Lyon-.
En su liga es tercero, a dos puntos de los líderes, el Dínamo y el Cluj, aunque todavía no ha perdido -tres victorias y un empate-.
DÍNAMO DE KIEV
Otro equipo que tiene cuentas pendientes con el Real Madrid. Todavía está fresco el recuerdo de cuando, con Vicente del Bosque en el banquillo, un prometedor Shevchenko y un rápido Rebrov destrozaban al Madrid en el Olímpico de Kiev ante la atenta mirada del maestro Valeri Lobanovski. El maestro desapareció, y el Dínamo intenta a marchas forzadas recuperar la fuerza de aquél equipo que asombró en el Viejo Continente, a finales de los noventa.
Ahí continúa Rebrov, en una segunda juventud tras su fallido paso por la Premier, junto a buenos futbolistas como el libre Gavrancic, los internacionales Vaschuk o Nesmaschnyi, el zurdo Rotan, o el joven delantero Milevski.
Lo mejor: tiene mucho talento, y sus futbolistas tienen oficio. El letón Verpakovskis, que asombró en la Eurocopa 2004, no tiene un puesto en el once, y eso quiere decir que el equipo tiene recursos suficientes en ataque. Shovkovski es sobrio bajo palos, y sus brasileños -tiene cinco-, aportan calidad y un fútbol contrapuesto al de la vieja escuela soviética. Recibirá al Real Madrid el 6 de diciembre en Kiev, en pleno invierno.
Lo peor: no ha hecho fichajes, salvo el brasileño Correa, y su nivel más allá de la primera fase, si logra pasarla, será como siempre una incógnita.
Cómo juega: con un fútbol rápido y vertical, respetando los códigos de Lobanovski y adaptándolos a un bloque plagado de futbolistas extranjeros, y con cinco suramericanos. Husev es un buen cerebro, y los delanteros son rápidos y peligrosos. En las últimas temporadas, la defensa puede abrirse con tres centrales y dos laterales largos, con Gavrancic ejerciendo de hombre libre, o colocar a cuatro en línea en defensa, con dos medio centros, dos volantes casi extremos y dos delanteros.
En su liga busca recuperar el cetro perdido hace tres años, que parece haber cogido prestado el Shaktar Donetsk, -a la sazón rival del Valencia-. De momento, lleva buen camino, porque ha ganado los cuatro partidos que ha disputado.