Astarloa dice que el PP no participará en la "degradación del Estado de derecho"

El secretario de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, Ignacio Astarloa, ha recalcado que su partido no participará en "reuniones" con terroristas o "su brazo político", ni en la "degradación del Estado de Derecho para seguir las exigencias permanentes" de ETA.

En rueda de prensa en la sede del PP en Madrid, Astarloa ha exigido al Ejecutivo que adopte las medidas "que devuelvan su capacidad y su potencia al Estado de Derecho". Astarloa agregó que su partido va solicitar la comparecencia del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el Congreso de los Diputados, para que aclare "con todas sus consecuencias las gravísimas noticias que parten de la Audiencia Nacional".

El dirigente del PP se refería así a la información que publicada por el diario El Mundo que afirma que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha decidido apartar de la investigación sobre la red de extorsión de ETA al Comisario General de Información, Telesforo Rubio, ante los "retrasos injustificados" con los que atendía sus requerimientos.

"El PP no va a estar ni en las reuniones con el brazo político del terrorismo, ni en la negociación con el terrorismo, ni en el pago de precio al terrorismo por matar o por dejar de matar, ni en la degradación del Estado de Derecho para seguir las exigencias permanentes de la organización, de los señores de las pistolas y las capuchas", ha asegurado.

"Empecinamiento"

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Asimismo, lamentó el "empecinamiento" del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, en seguir "inalterablemente su hoja de ruta" en el proceso abierto tras el alto el fuego de ETA y "meternos en el agujero negro de la negociación" con los terroristas.

En su opinión, no se da "ni una sola" condición para negociar con los terroristas, ni para "iniciar diálogo alguno" con ETA. "Cada vez hay más elementos que invitan a la prudencia" y agregó que el proceso emprendido por el Gobierno tras el alto el fuego etarra ha sido "un cóctel de silencio, oscuridad, disimulo y retórica".

Para el dirigente del PP, Zapatero está llevando el proceso "en la dirección contraria de lo que quieren la gran mayoría de los españoles".