PSOE y PP pactan el Estatuto balear
Acuerdan aparcar las diferencias hasta el trámite en el Congreso
El PP y el PSOE acordaron hoy, mientras se debatía el proyecto en el pleno del Parlament, aprobar la reforma del Estatuto de Autonomía balear y resolver las diferencias que aún mantienen en algunos aspectos durante la tramitación en las Cortes Generales, siempre con el compromiso de respetar el consenso. El presidente del Govern y del PP de las islas, Jaume Matas, anunció junto al líder de los socialistas baleares, Francesc Antich, la consecución de un pacto que ambos coincidieron en calificar de "histórico".
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También destacaron los dos en una comparecencia improvisada en la Cámara legislativa autonómica que, para favorecer el acuerdo, sus respectivos partidos han renunciado a algunas de sus propuestas y recalcaron que los posibles ajustes al texto en cuestiones como las inversiones estatales en el archipiélago se llevarán a cabo a partir del diálogo "leal" entre PP y PSOE durante el trámite en la Cámara Baja.
Matas, que agradeció la predisposición del PSOE al acuerdo, confió en que el texto resulte finalmente aprobado con el respaldo de casi el 90 por ciento de la Cámara balear. El presidente del Govern recalcó que "las renuncias de todos" han hecho posible el acuerdo y resaltó que el líder del PSOE balear garantizó que hará lo posible para que el Estatuto se apruebe antes de la celebración de las elecciones autonómicas y municipales previstas para mayo del 2007.
Desacuerdos acordados
En cuanto a los aspectos que hasta hoy habían imposibilitado el pacto, Matas citó la renuncia de su grupo a incluir en el texto estatutario el compromiso de que se apruebe una nueva ley de Régimen Especial Balear que incluya medidas fiscales.
Por contra, los socialistas aceptaron que el Estatuto reformado contenga un precepto ("cláusula Matas", según el propio presidente) que garantiza que Baleares tendrá las mismas compensaciones que Canarias por la insularidad a excepción de aquellas que el archipiélago atlántico obtenga por su situación ultraperiférica.
Francesc Antich consideró que sus reticencias respecto a la cuestión de la equiparación con Canarias no podían impedir la consecución de un acuerdo muy importante para Baleares.
El líder socialista reconoció que persisten "ciertas diferencias en algunas cuestiones" que podrán ser tratadas "en Madrid", como la fórmula de compromiso de inversiones estatales en Baleares por valor de 3.000 millones de euros en diez años, que el PP defiende como compensación de la deuda histórica y los socialistas quieren ligar a la aportación del archipiélago al PIB estatal.