Las grandes potencias ofrecen a Irán incentivos a cambio de abandonar su programa nuclear
Reunión en Viena del Consejo de Seguridad y Alemania
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania y la Unión Europea, ha acordado esta noche en Viena un paquete de incentivos, aunque también con amenazas de castigo, para tratar de convencer a Irán para que suspenda sus planes de enriquecer uranio. Los ministros de Exteriores de EE UU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania y el alto representante de la UE de Politica Exterior y Seguridad no han querido, sin embargo, dar detalles de esa iniciativa antes de su presentación oficial a Irán, que deberá estudiar y dar una respuesta a la propuesta.
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Tras unas seis horas de intensos debates en la residencia del embajador británico en Viena, la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Margaret Beckett, ha afirmado ante la prensa que las propuestas "ofrecen la posibilidad a Irán de llegar a un acuerdo negociado basado en la cooperación". Las potencias están preparadas para reanudar las negociaciones si Irán accede a suspender sus actividades, ha asegurado Beckett. Pero en caso de que no sea así, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dará "otros pasos".
"En este caso nosotros suspenderíamos cualquier actividad en el Consejo de Seguridad de la ONU", ha asegurado la ministra en presencia de la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice; y de los ministros de Exteriores de Alemania, Frank Walter Steinmeier; Francia, Philippe Douste-Blazy, y Rusia, Serguei Lavrov. En los jardines de la representación británica en Viena estaban también presentes el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana, y el viceministro chino de Exteriores, Dai Bingguo.
EE UU ofrece negociar
La reunión de Viena se vio impulsada el miércoles por la oferta de Estados Unidos de sumarse a las negociaciones entre Irán y la Unión Europea (UE), aunque con la condición que Teherán abandone sus actividades nucleares más sensibles. Se trata del polémico programa de enriquecimiento de uranio, un material cuya producción es legal según el derecho internacional pero que es especialmente delicada debido a sus posibles aplicaciones civiles y militares.
El subsecretario de Estado norteamericano, Nicholas Burns, ha confesado tras la reunión que su Administración está "muy satisfecha" con las conversaciones de esta noche. "Esto es un paso adelante para impedir que Irán pueda adquirir una capacidad para producir armas nucleares", ha dicho el número dos del Departamento de Estado ante la prensa en Viena.
Mientras, el alemán Steinmeier ha expresado ante la prensa su esperanza en que Rusia y China se sumen en un futuro próximo a la oferta de Estados Unidos de negociar con Irán.
Incentivos y amenazas
Las bases del acuerdo alcanzado no han sido detalladas, ya que en Viena se ha consensuado que es Irán el primero que debe conocer la propuesta. Un proyecto de las potencias del que sólo se sabe que incluye una serie de incentivos ligados a la advertencia por parte del Consejo de Seguridad de la ONU.
Irán afronta de esta forma por primera vez la posibilidad real de ser sancionado si no cede a las presiones de la comunidad internacional, ya que Rusia y China -hasta ahora reticentes- han dado también su visto bueno a este plan. La comunidad internacional sospecha que las intenciones nucleares de Irán no son plenamente pacíficas y su fin último es la producción de armas nucleares, algo que Teherán rechaza al alegar que sus esfuerzos en el campo atómico tienen como objetivo la generación de energía eléctrica.