Dominios millonarios, un piso con las mejores vistas de la Red
El funcionamiento del mercado de las direcciones de Internet tiene puntos de contacto con el inmobiliario
Madrid
A principios del mes de mayo se celebró en Las Vegas (EE UU) T.R.A.F.F.I.C., una convención que reúne a expertos en dominios de todo el mundo. Allí se celebró una subasta singular, la mayor puja por direcciones de Internet de Internet de la historia, según los medios especializados. En menos de tres horas se realizaron transacciones por valor de 2,1 millones de dólares, siendo el dominio sex.net el que alcanzó un precio mayor, 450.000 dólares.
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A primera vista puede resultar llamativo que alguien pague tanto por el derecho a usar un nombre, pero si se analizan las posibilidades que ofrecen los dominios más atractivos puede llegar a entenderse que sólo en 2005 se produjeran en este mercado ventas por valor de 60 millones de dólares, según la compañía de parking de dominios Sedo.
Las direcciones más valiosas son las que los expertos llaman dominios genéricos, que normalmente contienen palabras presentes en el diccionario y que aluden a conceptos que se pueden asociar fácilmente con una actividad económica, ('cochesbaratos', 'viajes', 'abogados', etc.), además de poder ser recordados sin problemas por los internautas recordarán sin problemas. Si imaginamos que Internet es una ciudad o una calle, y verá que tener un dominio genérico es como poseer el local comercial mejor situado, un terrenito a pie de playa en la zona costera de moda, un solar listo para edificar en un barrio en expansión.
Así, muchos consideran que el mercado de dominios es "una mezcla entre un negocio inmobiliario -así lo consideran muchos en otros países- y un negocio de marcas genéricas. Siempre han existido las empresas o personas que han registrado en el registro de marcas registradas, distintas marcas o denominaciones sólo con un objetivo especulativo. La diferencia es que los dominios pueden rentabilizarse directamente si tienen tráfico", sostiene Carlos Blanco, socio fundador y director general de ITNET Consulting Business - dedicada al marketing interactivo, integrada en el Grupo ITNet- y propietario en la actualidad de unos 4.250 dominios, de los que "3.700 son '.com', y el resto de otros sufijos.
Carlos San Juan, subdirector de dominios de Red.es -dependiente del ministerio de Industria y encargada de gestionar las direcciones acabadas en '.es'- recalca que el concepto de marca y dominio se confunden cada vez más. A la Oficina de Patentes y Marcas las empresas "le preguntan por la posibilidad de registrar el dominio y a nosotros o a los agentes registradores que hemos autorizado por si pueden reservar la marca", razón por la que en Red.es se están planeando "construir un servicio que permita ofrecer a las compañías un dominio. No vamos a una unificación de ambos registros, sino a sinergias".
Un negocio que casi funciona solo
Como en el mercado inmobiliario, a veces no es necesario construir nada encima de una dirección para que esta resulte lucrativa para su propietario. Es el caso de 'flasgames.com', que sin necesidad de elaborar contenidos novedosos o que se actualicen constantemente logra jugosos ingresos gracias a la publicidad que supone tener un nombre tan atractivo para quienes buscan juegos online y que cuando aterrizan en esta página se encuentran con una lista de enlaces que llevan a sitios donde realmente se ofrecen juegos.
Pero ese listado no ha sido realizado por ninguna persona, son anuncios colocados automáticamente por los servicios publicitarios de Google o Yahoo!. Por cada clic que un internauta realiza (240.000 pasan por el sitio cada mes, según informó The Wall Street Journal) los propietarios de la web reciben una pequeña cantidad de dinero, llegando a acumular 150.000 dólares en beneficios cada año con esta táctica.
No es extraño pues que haya quien vea este mercado como una oportunidad magnífica para hacer negocio. Carlos blanco señala que en EE UU se han constituido ya "fondos de capital riesgo destinados a la compra de dominios" Bob Martin, consejero delegado de REIT, una de las mayores empresas dedicadas a "la adquisición y desarrollo de dominios" afirmaba en el marco de la celebración del encuentro T.R.A.F.F.I.C. que en la actualidad han más de 1.000 personas que se dedican activamente a la compraventa de dominios e intentan vivir de ello.
Una de las publicaciones online que cubre la actividad de este mercado es DNJournal, que publican listados con las mayores operaciones registradas en los últimos días, además de elaborar un escalafón con las mayores compraventas del último año. Según este índice, el dominio más caro de los últimos 12 meses ha sido Diamond.com, adquirido por una gran empresa dedicada a la joyería que ya opera en la red bajo la dirección Ice.com, que pagó por el inventario y la paquetería de su principal rival en la red dos millones de dólares adicionales.
A vueltas con la especulación
El trasiego de direcciones de Internet por parte de empresas y personas que no desean construir una página sobre el dominio, sino obtener una rentabilidad con su venta futura, plantea dudas sobre el carácter meramente especulativo de este negocio, un nuevo punto de contacto con el mercado inmobiliario, donde muchos compran casas sólo como inversión, y no para vivir en ellas o dejar que otros lo hagan.
En el caso de los dominios de primer nivel ('.com', '.net', '.org' ) parece claro que cualquier transacción acordada entre ambas partes está permitida, y que la adquisición de las direcciones como bien con el que se negocia es comúnmente admitida, siempre que no se trate de un robo de marca, caso en el que entra en juego el centro de arbitraje y mediación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, que ha resuelto cientos de litigios por piratería de dominios.
En el caso de los '.es', explica San Juan, "la normativa te permite la transmisión de los nombres de dominio, con el único requisito que transmitas con tu consentimiento. Ahora bien, lo que no permite es el registro especulativo abusivo". Pese a ello, el director de dominios de Red.es admite que "hay casos de particulares que lo hacen" porque la normativa lo permite, por lo que este organismo insiste en que lo mejor para las empresas es que "registren pronto sus dominios", los que puedan ser identificados con sus marcas presentes, pasadas y futuras. Así evitarán ver algún día como al buscar por su nombre en Google el primer resultado lleve a una página pornográfica o al sitio de la competencia.
El nombre del retoño, también en Internet
Pese a estas recomendaciones, muchas empresas instituciones y particulares siguen sin tener en cuenta los dominios de Internet a la hora de ponerle nombre a un nuevo proyecto corporativo. En el ranking de dominios más caros del último año de DNJournal el segundo puesto lo ocupa actualmente NAV.no (el sufijo alude a Noruega).
El comprador fue la administración noruega, que pagó 717.000 dólares por la dirección, pues esas tres letras coinciden con las iniciales de una nueva oficina de bienestar social que se inaugurará próximamente, la Ny Arbeids og Velferdsforvaltning. Quizás si hubiesen dado otro nombre al proyecto o hubieran pensado antes en la adquisición del dominio le hubieran ahorrado algo de dinero a los contribuyentes.