El Villarreal golea al Espanyol (4-0) en El Madrigal

El Villarreal infligió un severo correctivo al Espanyol (4-0) en un partido en el que los castellonenses fueron de menos a más y en el que aprovechó las oportunidades que le concedió un contrincante que, quizá, acusó en demasía las ausencias de Iván de la Peña y Raúl Tamudo.

El marcador no reflejó fielmente lo que aconteció en el partido, ya que aunque el Villarreal no pasó por apuros en el segundo tiempo y controló a placer, el 3-0 con el que acabó el primer tiempo tambièn fue mucho premio para los castellonenses y demasiado castigo para los catalanes.

Los locales dieron muestras, en los primeros compases del partido, del juego irregular que les ha acompañado desde comienzos de 2006, de lo que se aprovechó el Espanyol para hacerse con el control del partido.

El equipo de Miguel Angel Lotina se instaló bien en defensa y, con presión en el centro del campo, buscó sus opciones. A los catorce minutos, el arbitro anuló un gol a Ferrán Corominas por fuera de juego en una acción muy dudosa.

Superada esta fase, el partido dio un giro que, por lo visto antes, fue inesperado, ya que, si bien podía entrar en los planes que los locales contasen con una ventaja de 1-0 a los 22 minutos, como así sucedió, menos previsible era el 3-0 en contra con el que se encontró el Espanyol en el minuto 37.

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Alesio Tacchinardi abrió el marcador en un momento de igualdad de fuerzas. Aunque el Espanyol se sobrepuso al tanto y buscó la meta del uruguayo Sebastián Viera, dos jugadas de infortunio de los catalanes rompieron el partido.

Un disparo desde fuera del área del brasileño Marcos Senna tocó en el visitante Dani Jarque para descolocar al meta Gorka y establecer el segundo gol local en el marcador. Muy poco despuès, el uruguayo Diego Forlán marcaba el tercero a pesar del rechace inicial del meta españolista en el lanzamiento cercano del charrúa. Fueron tres minutos de locura que finiquitaron el partido.

Sentencia del Villarreal

Ni el Villarreal jugaba como para llevar tres goles de ventaja, ni el Espanyol se había mostrado inferior a su rival, y mucho menos para recibir un correctivo tan contundente antes de llegar al descanso.

El 3-0 dio alas al Villarreal y dejó muy tocado al Espanyol, ya que tras reanudarse el choque, los locales vivieron sus mejores momentos y los jugadores de Lotina, pese a la entrada del uruguayo Walter Pandiani, no sabían como atacar a un rival más tranquilo y asentado.

En la segunda parte, el partido apenas tuvo historia. El Villarreal, dueño de la situación, dejó que el partido fuese consumiendo los minutos ante un Espanyol que apenas inquietó la meta de Viera en esta segunda mitad.

Además, fue el equipo del chileno Manuel Pellegrini el que estuvo siempre más cerca de aumentar su sustanciosa ventaja, y aunque un activo Diego Forlán disfrutó de dos buenas oportunidades y el argentino Gonzalo Rodríguez tuvo otra -todas ellas desbaratadas con acierto por Gorka-, fue Hèctor Font el que sumó el cuarto tanto local para cerrar el marcador.