Turquía confirma la muerte de una cuarta persona por la gripe aviar
El primer ministro turco pide calma y solicita a quienes tienen aves de corral que colaboren en su sacrificio, prometiéndoles compensaciones
El Ministerio turco de Sanidad ha confirmado hoy que una cuarta persona ha fallecido en el país víctima de la gripe aviar, y el primer ministro turco, Recep Tayep Erdogan, ha tenido que llamar a la población de las provincias orientales, donde se han dado esos casos, a la calma. La Comisión Europea ha certificado además que las muestras tomadas a los tres primeros fallecidos contienen la variante H5N1, la más patógena y por tanto la más peligrosa del virus.
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La última víctima de esta enfermedad es una mujer que también formaba parte de una familia, la Kocyigit, en la que se habían dado los tres casos anteriores de gripe aviar. Estas muertes, así como la aparición de nuevos posibles casos han desatado una ola de temor en las cinco provincias turcas vecinas a la frontera con Armenia, Irak e Irán, que han sido puestas en cuarentena.
Este último país ha cerrado incluso su frontera al paso de ciudadanos turcos, y sólo admite camiones de mercancías tras una exhaustiva inspección. En las últimas horas se ha disparado además la cifra de personas que acuden a los hospitales para hacerse chequeos. Según el director del Hospital Universitario de Van, Husein Avni Sahin, de las 105 personas que han pasado por el centro con síntomas, 23 han sido ingresadas y tres de ellas se encuentran en estado muy grave.
El pasado domingo se anunció la muerte de un adolescente, Mohamed Ali Kocyigit, que había estado en contacto con aves enfermas en la ciudad de Van, en el sureste del país. Días después fallecieron dos de sus hermanas, que también habían jugado con la cabeza del pollo de corral muerto por la enfermedad que luego toda la familia consumió.
Se investigan además otros casos en la provincia oriental de Erzurum, en la ciudad fronteriza de Diyarbakir e incluso en Estambul. En un hospital de esta ciudad han sido ingresados siete miembros de una familia Madoz, que llegaron de vacaciones a la zona procedentes de la provincia este de Irgit, donde comieron un pollo de corral que había muerto repentinamente, aunque los médicos no creen que estén infectados por el mortal H5N1.
Erdogan pide colaboración a los agricultores
En este ambiente de pánico, el primer ministro turco, Recep Tayep Erdogan ha lanzado un mensaje de calma y ha pedido a los ciudadanos que colaboren. En una zona caracterizada por la pobreza, muchos de los habitantes intentan ahora ocultar las aves de corral, una de sus pocas posesiones, para que no sean sacrificadas por veterinarios del Ministerio de Agricultura.
"Las pérdidas de la gente serán compensadas. No se permitirá que nadie pierda. No debéis tener miedo, y no debéis intentar esconder los patos, pollos, gallinas o gansos", ha afirmado Erdogan.