Desarticulada una red de explotación de mujeres que utilizaba el vudú
Doce nigerianos han sido arrestados en varias provincias
Agentes de la Unidad Central contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía, en colaboración con el Grupo Conjunto de Investigación de Inmigración Ilegal y Crimen Organizado de la Fiscalía de Stuttgart (Alemania) y las Comisarías Provinciales de Málaga, Alicante, Zaragoza y Alcalá de Henares, han desarticulado una organización de ciudadanos nigerianos que se dedicaban a la introducción en Europa de mujeres de su misma nacionalidad, a las que obligaban a prostituirse mediante amenazas, utilizando los ritos y prácticas del vudú. El líder del grupo, apodado "El Pastor", abusaba sexualmente de las víctimas, informó hoy el Ministerio del Interior.
Más información
- Detenidas en Valencia quince personas, dos de ellas funcionarias, por tráfico de personas
- La Policía detiene a 21 miembros de una red de inmigración ilegal y prostitución
- Desarticulada una red de prostitución en Valencia
- Tres detenidos por traer menores rumanas y obligarlas a prostituirse
- Al menos 50 detenidos en una operación contra una red internacional de proxenetas en Barcelona
La red, que venía operando desde hace cinco años en Alemania y España, había conseguido más de tres millones de euros de beneficios. Los integrantes se habían especializado, asimismo, en concertar 'matrimonios blancos' o de conveniencia para conseguir el permiso de residencia en España a los contrayentes.
Interior indica que las investigaciones se iniciaron en España hace tres meses en virtud de la cooperación policial con la Oficina Federal de Investigación Criminal Bundeskriminalamt (BKA), que había realizado numerosas gestiones en relación con la existencia de una red de inmigración ilegal que operaba en Stuttgart/Ludwigburg (Alemania), España, Marruecos y Nigeria, dedicada al tráfico de mujeres nigerianas con fines de explotación sexual.
Para dirigir la organización, su cabecilla, conocido con el sobrenombre de "El Pastor" contaba con la colaboración de personas de su confianza, entre las que había mujeres que formando parte de la infraestructura del grupo sometían a un férreo control a las jóvenes, de las que obtenía importantes beneficios económicos con su explotación en la prostitución en la vía pública y en otros lugares.