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Al menos 98 muertos en un atentado suicida al sur de Irak

Es el peor atentado registrado contra civiles

Un terrorista suicida hizo estallar ayer una bomba adosada a su cuerpo cerca de una gasolinera al sur de Irak y mató a 98 personas, la mayoría civiles, según confirmaron fuentes médicas del hospital de Hilla, donde ingresaron la mayoría de las víctimas. Hay 152 heridos, 65 de ellos graves. Hoy ha continuado la violencia y cuatro coches bombas han causado 14 muertos.

Al principio se habló de 56 víctimas, pero la muerte de numerosos heridos en estado grave ha elevado la cifra. Se trata del peor atentado registrado hasta ahora contra civiles, ha informado el Ministerio del Interior.

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El terrorista se coló entre una multitud de chiíes y detonó el explosivo, que llevaba oculto entre sus ropas, cerca de la gasolinera de El Messeb, localidad situada a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad. La carga explotó junto a un camión de combustible, lo que multiplicó el efecto mortífero de la carga.

Las víctimas sufren todas quemaduras en diverso

grado en todo su cuerpo. Los daños han sido enormes en toda la localidad, pues la explosión se produjo en el lugar más concurrido del pueblo, donde se concentra toda la actividad comercial y administrativa. Dos edificios, 25 locales comerciales y ochenta coches particulares han quedado totalmente destrozados por las llamas.

Horas antes, tres soldados británicos habían muerto víctimas de "una acción hostil, informó el Ministerio de Defensa. Los tres formaban parte del grupo de batalla Task Force Maysan, del primer batallón de Staffordshire. Poco después, diez personas murieron y otras 20 resultaron heridas por la explosión de un coche conducido por un suicida al sur de Bagdad, informaron fuentes policiales iraquíes.

Protesta de los ciudadanos

Como reacción a esta ola de violencia cientos de enfadados ciudadanos se han manifestado esta mañana contra los edificios oficiales del Parlamento iraqui para protestar por la infeficacia del gobierno a la hora de controlar a los insurgentes y crear un entorno medianamente seguro para vivir, tal y como habia prometido. El parlamento ha tenido que ser rodeado por tanquetas y soldados de la guardia nacional apoyados por la policia.

A lo largo de la mañana se han producido momentos de gran tensión, incluso se han oido gritos contra los soldados y la Policía, a quienes acusan de estar en connivencia con los insurgentes. Al ministro del interior le acusan de haber fracasado su plan para acabar con los terroristas. Hoy ya han explotado tres bombas en la capital con media docena de muertos. Al Qaeda ha reclamado la responsabilidad de los últimos atentados.

 
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