El ex alcalde de Majadahonda compró un piso y un chalet de lujo en sus tres años de mandato
Además utilizaba de manera habitual varios todo terrenos de gama alta
Madrid
El ex alcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, compró un piso y un chalet de lujo en los poco más de tres años que ejerció como alcalde antes de presentar la dimisión. Ortega, que ahora ocupa un alto cargo en la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre, utiliza habitualmente varios coches de gama alta, incluidos algunos de los todo terrenos más caros del mercado. Asegura que se los presta un empresario amigo suyo. Este empresario, dueño de varios concesionarios en toda la provincia, lo niega.
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Guillermo Ortega fue alcalde hasta el pasado mes de febrero, cuando dimitó después de que estallara un enfrentamiento interno entre los concejales del PP por el llamado caso Majadahonda.
En su vida laboral no figura ningún otro empleo que no hayan sido sus cotizaciones en el ayuntamiento de Majadahonda, al que llega en el año 92.
Apenas un mes después de ser alcalde, en junio de 2001, se compra un piso de 126 metros cuadrados con plaza de garaje en Las Rozas. Al año adquiere ya su segunda vivienda: un chalet de 295 metros cuadrados, sobre una parcela de mil metros en el Pinar del Plantío, una de las urbanizaciones más caras de Madrid. Expertos inmobiliarios consultados por la SER calculan que ambas propiedades pueden estar valoradas en un millón y medio de euros, casi 250 millones de pesetas.
El alto nivel de vida de Guillermo Ortega incluye el uso de varios vehículos de lujo, entre ellos dos de los todo terrenos más exclusivos, el Volvo XC 90 y el Volkswagen Tuareg. Ortega, ahora alto cargo de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre, dice que no paga nada por todos estos coches porque son préstamos de un empresario amigo.
La Cadena SER se ha puesto en contacto con este empresario, dueño de una conocida cadena de concesionarios de Madrid, quien desmiente la versión del ex alcalde y asegura que ellos se dedican a la venta de automóviles, no a prestarlos.
Ortega asegura que con su sueldo, que no llegaba a los 70.000 euros anuales, y el de su mujer, también concejala y profesora, pueden hacer frente a este nivel de vida.
