La SER en El Aaiún, de donde vienen las pateras
Visitamos la zona para ver cómo Marruecos lucha contra la inmigración ilegal
El buen tiempo ha vuelto a hacer que crezca la afluencia de pateras a las costas españolas, sobre todo, a Canarias. La mayor parte de ellas sale desde la región saharaui de El Aaiún. La Cadena SER se ha desplazado hasta esa zona para conocer de primera mano cómo las autoridades marroquíes luchan contra la inmigración ilegal. Sobre todo, denuncian falta de medios y echan la culpa a Argelia por no vigilar sus fronteras.
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Al océano Atlántico se siguen lanzando cada semana decenas de pateras, tras once años que se cumplen ya de las barquillas que tienen como final de trayecto las Islas Canarias. En esta zona, entre la región de El Aaiun, la capital del antiguo Sáhara español y el sur de Marruecos, Tarfaya, se sitúa lo que los gendarmes llaman el triángulo rojo de la inmigración irregular.
El ojo humano se pierde en los 120 kilómetros de larga costa salpicada por playas interminables de fina arena rubia. Hasta aquí llegamos despues de alir de la ciudad de El Aaiún, enclavada en pleno desierto a casi 30 kilómetros de la sal del oceáno atlántico. A bordo de 2 'jeeps' pronto comenzamos el periplo por la costa.
Ni siquiera prismáticos
En esta patrulla, el primer elemento que destaca es su aspecto rudimentario, sin más tecnología que una emisora de comunicaciones con las que contactan con los vehículo y puesto cercanos. Su único método para detectar la salida de las pateras es la vista humana, ni siquiera llevan encima prismáticos.
En el recorrido por la costa sorprende la imagen de pequeños pueblos pesqueros, con cientos de pequeñas barcas en la orilla. Son un calco de las utilizadas por los inmigrantes para su viaje hasta las islas. Los gendarmes, con el coronel Balaka al frente, niegan tajantemente que los pescadores colaboren con las mafias.
En dos horas de trayecto, vemos algunos pequeños puestos de vigilancia compuestos por una pequeña 'haima' y cinco gendarmes cada uno, se suceden cada 15 kilómetros, una distancia a priori demasiado grande para poder avistar a alguien en medio.
90 kilómetros hasta Fuerteventura
A 50 kilómetros al norte de El Aaiún, llegamos al punto clave, Mreyjnat, el punto más cercano entre las dos orillas. Apenas 90 kilómetros separan estas playas de la costa de Fuerteventura. Los gendarmes vigilan esta zona más que ninguna otra porque desde aquí sigue saliendo la gran mayoría de las pateras.
En el capítulo de los datos observamos otra contradicción entre los mensajes que quiere aportar el gobierno de Marruecos. El 'wali' (gobernador) de El Aaiún habla de 1.070 detenidos, el coronel de la Gendarmería habla de 1.523.
Mohamed Rarabi es el 'wali' de El Aaiún y Bojador. El hombre designado por Marruecos para dirigir la política de esta región saharaui. Niega que la llegada de pateras de los últimos días a la isla de Gran Canaria tenga como punto de partida las costas del Aaiún.
Marruecos, ¿hace o no hace?
El Aaiún, con el bullicio de sus calles colmadas de comercios y salpicado por las entradas y salidas de sus 160.000 habitantes, parece vivir ajeno a las historias de los inmigrantes. De hecho la televisión nacional marroquí no da ninguna información sobre la decena de pateras que han llegado estos días hasta Canarias. Sin embargo en esta región se escuchan las radios españolas; sirven como fuente de información para que algunos colectivos denuncien que Marruecos no hace lo suficiente para evitar estas muertes.
Otros van más allá en su desconfianza hacia Marruecos, son saharauis que culpan al Ejército y a la Gendarmería de estar implicados en el negocio de las pateras.
Opiniones oficiales, o no, que reflejan el punto de vista que se tiene de este fenómeno en la orilla desde la que parten las pateras. Un lugar de 144.000 kilómetros cuadrados que parece impensable poder controlar algún día. La incógnita sigue en el aire: ¿podrá parar la vía policial la desesperación de miles de vidas que quieren cambiar África por Europa?
