Zapatero desvincula Islam y terrorismo en la cumbre de la Liga Árabe

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó hoy en la sesión inaugural de la XVII Cumbre de la Liga Árabe, que se celebra en Argel, cualquier tipo de vinculación genérica entre Islam y terrorismo, tras lo cual propuso a los miembros de la Liga Árabe que se sumaran a su propuesta de "Alianza de covilizaciones". También se ha referido al contencioso del Sáhara Occidental en su discurso y expresó la voluntad española de proseguir con los esfuerzos para lograr una solución en el marco de la ONU que sea aceptada por todas las partes y que respete la legalidad internacional.

La ceremonia inaugural dio comienzo hoy en el Palacio de Naciones de la capital argelina, con el objetivo de preparar una serie de reformas de esta organización y reactivar el plan de paz con Israel. Al inicio del encuentro los cerca de 3.000 asistentes pronunciaron una plegaria por el difunto líder palestino, Yaser Arafat, el jeque Zayed Ben Sultan Al Nyahan de los Emiratos Arabes Unidos, y el ex primer ministro libanés Rafik Hariri, víctima de un atentado terrorista.

En su discurso, que comenzó después del de los presidentes argelino y tunecino y del del secretario general de la Liga Árabe, Zapatero hizo hincapié en que el Islam es "incompatible" con el terrorismo y que muchos pueblos tienen en la religión islámica un elemento de identidad pacífica y de tolerancia. Como medio de superar el "desencuentro entre occidente y el mundo islámico", el jefe del Gobierno propuso a los líderes de los 22 países árabes su iniciativa para una 'Alianza de Civilizaciones' y el acuerdo adoptado con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, para crear un Grupo de Alto Nivel que aborde las causas de dicha fractua.

Explicó que el objetivo es promover medidas en el campo político y de seguridad, para conseguir un orden internacional más justo, basado en el multilateralismo, la democracia y el Estado de Derecho; pero también en el ámbito de la educación y la cultura, analizando qué se puede hacer en los sistemas educativos y en los medios de comunicación para fomentar la tolerancia y el respeto mutuo e impedir la discriminación y la violencia.

Sáhara

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En cuanto al Sáhara, Zapatero hablaó del contencioso de la ex colonia española en presencia de dos de los principales actores del conflicto, el Rey de Marruecos, Mohamed VI -Marruecos ocupó el territorio en 1975 y rechaza cualquier solución que implique independencia o autodeterminación- y el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika -Argelia respalda al Frente Polisario en su reivindicación de autodeterminación-.

De hecho, es posible que Mohamed VI y Buteflika tengan una reunión bilateral al margen de la Cumbre, según ha dicho el ministro argelino de Exteriores, Abdelaziz Beljadem. Sin embargo, no es probable que Zapatero se reúna de manera bilateral con ninguno de ellos, puesto que el presidente tiene que estar mañana por la tarde en Bruselas para el Consejo Europeo y ha forzado su agenda para responder a la invitación de Buteflika y el secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa.

Oriente Próximo

Zapatero se refirió al proceso de paz en Oriente Próximo e instó a los presentaes a "no dejar de apoyar todos juntos y sin descanso el nuevo liderazgo palestino para conseguir una paz justa y viable con Israel. Calificó de legítima la causa del pueblo palestino a la vez que exigió el abandono total de la violencia. También valoró la dinámica positiva que se ha instalado, especialmente con el plan de retirada de Gaza aprobado por Israel. Zapatero insistió en que el objetivo del nuevo acercamiento entre palestinos e israelíes debe ser en todo caso avanzar hacia la paz conforme a lo marcado en la 'Hoja de ruta', el plan de paz internacional de 2002.

El jefe del Ejecutivo expresó también su apoyo a la normalización política de Irak, en el marco de la resolución 1546 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece las condiciones para que el país recupere su soberanía. Tuvo palabras también sobre la situación de Siria y Líbano e insistió en la posición española de apoyo a la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, que fija la retirada total de las tropas sirias del país.