La periodista italiana raptada en Irak implora por su vida en un vídeo
Pide a sus amigos y familiares que presionen al Gobierno de Berlusconi para que retire las tropas
La televisión italiana RAI-24 horas ha emitido hoy un vídeo en el que se ve a la periodista del periódico "Il Manifesto" Giuliana Sgrena viva y que implora la ayuda de sus amigos y familiares para poder salir con vida de su actual cautiverio. La reportera, de 56 años, pide la retirada de las tropas italianas desplegadas en el país, precisamente en el día en el que el Parlamento tiene previsto ampliar el tiempo de la misión.
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Secuestrada hace casi dos semanas, de Sgrena no había trascendido noticia alguna sobre su estado de salud hasta que hoy ha aparecido este vídeo, en el que pide que se presione al Gobierno italiano para que retire el contingente militar en Irak, compuesto por más de 2.400 efectivos. Precisamente esta tarde está previsto que el gobierno de Silvio Berlusconi apruebe en el Parlamento italiano una prórroga hasta junio de esta misión.
"Ayudadme, por favor, mi vida depende de vosotros", dice la periodista de 56 años entre lágrimas en el vídeo en el que aparece con un fondo blanco y una frase en caracteres árabes.
Asegura que desde su llegada a Irak como enviada del periódico de izquierdas "Il manifesto" ha visto que la gente muere en las calles, por la violencia y la falta de alimentos, que las mujeres son violadas y la población carece de electricidad.
Sgrena pide a sus amigos y a su marido que muestren las fotos que ha realizado con anterioridad, que documentan su compromiso con la población iraquí, de la que dice que "ve a los extranjeros como enemigos".
Los periodistas italianos, objetivo de los terroristas
El secuestro de Sgrena es el tercero de una mujer italiana en Irak, después de que el pasado septiembre fueran capturadas las cooperantes Simona Pari y Simona Torreta, liberadas tres semanas después.
Peor suerte corrió el periodista y colaborador de la Cruz Roja Enzo Baldoni, que fue asesinado por sus captores el 26 de agosto, apenas dos semanas antes del secuestro de "las dos Simonas". Con anterioridad, en abril, habían sido capturados cuatro guardias de seguridad italianos por otro grupo extremista, que ejecutó a sangre fría a uno de ellos, Fabrizio Quattrocchi, antes de que los otros tres fueran liberados en una operación militar.
