La sequía deja varadas las góndolas de Venecia
Sólo el Gran Canal puede albergar tráfico acuático
Venecia, la ciudad que amenaza con hundirse bajo la marea alta de su laguna, se encuentra estos días aquejada por una sequía que está dejando varadas las góndolas y los embarcaderos de los hoteles flotando en el aire. El buen tiempo y una serie de coincidencias planetarias han provocado esta inusual situación en una ciudad acostumbrada a verse inundada. Actualmente, sólo el Gran Canal puede albergar tráfico acuático.
Más información
El fenómeno se debe a las bajas presiones que coinciden con el alineamiento de la luna, la tierra y el sol que se produce estos días, según la oficina veneciana de mareas. La luna nueva de esta semana ha contribuido a llevar los niveles del agua a sus puntos más bajos en más de una década, casi 80 centímetros por debajo del nivel del mar.
Según los expertos, el extraño fenómeno se debe a la combinación de buen tiempo y otras influencias planetarias. «La situación está provocada por las bajas presiones propias del buen tiempo en coincidencia con la alineación de la luna, la tierra y el sol», explica la Oficina Marítima de Venecia.
UNA CIUDAD FANTASMA
Dado el bajo nivel de las aguas, sólo es navegable el Gran Canal, el más grande de la ciudad, lo que ha convertido al resto de Venecia en «un desierto» y en una «ciudad fantasma», como describen hoy los diarios locales.
La ciudad asegura a los turistas que el nivel del agua pronto crecerá, devolviendo a Venecia su aspecto romántico de siempre.