Gobierno y PP se enfrentan por el archivo de Salamanca

La decisión del Gobierno de devolver parte de los archivos históricos de Salamanca a la Generalitat de Cataluña ha tenido contestación desde la oposición. Después de que el ministro Jesús Caldera asegurara en la Cadena SER que el PP "pagará en las urnas su comportamiento" con respecto a este tema, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha recordado que el ministro dijo "que antes de que salieran los documentos de Salamanca pasarían por encima de su cadáver".

Esta mañana el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se ha referido a la decisión de su Gobierno de devolver parte de los documentos del archivo histórico de Salamanca a la Generalitat de Cataluña. Caldera, que es salmantino, ha asegurado no tener el corazón partido. "Creo que ha habido demasiado pasión sobre este tema, que por algunos es utilizados como arma arrojadiza para enfrentar a los españoles, introduciendo problemas en la convivencia".

Con esta decisión, asegura el ministro, "el archivo no se disgrega, sino que se refuerza, porque la mayoría del material solicitado pertenece a un periodo anterior a la guerra civil, por ejemplo, las actas del Consejo de Gobierno de la Generalitat cuando se debatía el Estatuto de Autonomía". Ante las críticas del Partido Popular, Jesús Caldera considera que este partido "va a pagar en las urnas, que es lo único que le interesa, su comportamiento", con respecto a este tema.

Horas después, el presidente de este partido, Mariano Rajoy, ha asegurado que el ministro Caldera "llegó a decir, y no falto a la verdad porque las hemerotecas están ahí, que antes de que salieran los documentos del archivo pasarían por encima de su cadáver".

Rajoy, que se encontraba en Lepe (Huelva) destacó que "no deja de tener su gracia que ahora se pliegue a las decisiones de su Gobierno, por razones puramente partidistas". El líder de la oposición considera que se ha abierto, con este traslado de documentos, "un proceso no muy bueno, ya que hemos visto cómo en Aragón y País Vasco se comienzan a hacer reivindicaciones similares a la de Cataluña".

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