El grupo islamista desarticulado contaba con cuatro suicidas listos para volar la Audiencia
Garzón asegura que habían decidido comprar en España 1.000 kilos de explosivos
El grupo islamista desarticulado el pasado lunes contaba con cuatro suicidas listos para hacer volar la Audiencia Nacional en Madrid. Así lo asegura el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en un auto notificado esta noche, en el que ordena el ingreso en prisión incondicional de 17 de los 18 supuestos miembros de esta célula, que empezó a formarse entre finales de 2001 y principios de 2002 en la cárcel de Topas (Salamanca), y mantiene la situación de detención judicial del último, Smail Latrech.
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El presunto responsable de la célula, Mohamed Achraf, detenido en Suiza, había dado ya la orden de atentar con un camión-bomba contra la Audiencia Nacional, y había llegado a decir que "no importaba el costo, pero que la acción se debía hacer con urgencia".
Según Garzón, el atentado planeado por este grupo terrorista, denominado Mártires por Marruecos, iba a ser una acción suicida en la que participarían cuatro personas, incluido el propio Achraf, que se había encargado de realizar personalmente las vigilancias sobre la Audiencia Nacional y que había contactado con un palestino especialista en electrónica para que preparara el camión-bomba.
El magistrado afirma que la "verosimilitud" del ataque contra la sede del tribunal "adquiere rigor absoluto" en vista de los pasos dados por Achraf, y añade que "una vez fijado el objetivo, sólo debería dar la orden de acción a quienes estaban psicológicamente dispuestos a ejecutar esa o cualquiera otra acción que se les reclamare; y esa orden ya se había emitido".
1.000 KILOS DE EXPLOSIVOS
"Los trámites para conseguir los explosivos, contactos con la persona que fabricaría el dispositivo, la búsqueda para la financiación, las vigilancias y las personas que intervendrían y estaban dispuestas al martirio, demuestran que el camino ejecutivo no sólo estaba iniciado, sino que, si se ha detenido ha sido por la acción policial y judicial desplegada", agrega el auto.
Garzón señala que el líder del grupo "había dispuesto lo necesario "para adquirir 1.000 kilogramos de explosivo (Goma 2), de los que utilizarían al menos 500 kilogramos en un camión que empotrarían contra la Audiencia Nacional (...), ya que carecía, según las vigilancias hechas por Achraf, de protección adecuada".
El objetivo de esta acción, según el auto, era "acabar con la vida de las personas en el interior (jueces, funcionarios y público en general) y destruir los archivos que afectaban a los 'hermanos mujahidines', además de la trascendencia que se conseguiría con el atentado a un organismo judicial emblemático como la Audiencia Nacional".
La adquisición de los explosivos fue encargada por Achraf al mauritano Kamara Birahima Diadie, aislado desde el pasado martes en la prisión almeriense de El Acebuche en la que se encontraba internado, a través de un español de etnia gitana del que sólo se sabe su nombre de pila, Antonio, y que se dedica al tráfico de armas y explosivos en la provincia de Almería.
PROBLEMAS DE CONTROL EN LAS CÁRCELES
En su auto, Garzón advierte de que la acción criminal se preparó desde las cárceles españolas y desvela que en el sistema penitenciario español existen problemas de control que deben solucionarse con urgencia.
Tras más de 18 horas de interrogatorio, el juez de la Audiencia Nacional tuvo que recorrer él mismo en su coche oficial varias cárceles para comunicar el auto a los detenidos ante la negativa insólita de un responsable policial para que la gestión la hiciera uno de los coches escolta.