Fraga y sus vicepresidentes se reúnen para tratar la crisis del PP gallego

Nuevo capítulo de las crisis del PP de Galicia. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se ha reunido con sus dos vicepresidentes, Alberto Núñez Feijóo y Xosè Manuel Barreiro, para preparar el decisivo encuentro de mañana entre Fraga y el presidente de la diputación de Ourense, José Luis Baltar, que mañana le comunicará si finalmente abandona el partido.

El Gobierno gallego asegura que la reunión de hoy, que se ha celebrado en la residencia oficial de Fraga, tiene como único objetivo que el presidente conozca de primera mano el contenido de la reunión que el pasado jueves mantuvieron Núñez Feijóo y Baltar.

Manuel Fraga y Núñez Feijóo, que han hablado por teléfono pero que no se han visto desde el pasado jueves, han estudiado el punto en el que se encuentra la crisis del PP de Galicia. Fuentes de la Xunta aseguran que la reunión de hoy no es definitiva sino sólo un intercambio de opiniones entre Fraga y Núñez Feijóo a quien los rebeldes consideran una parte del problema.

El otro vicepresidente, Xosè Manuel Barreiro Barreiro, que dirige también el partido en Lugo, llegó a casa de Fraga pasadas las cinco de la tarde. El vicepresidente segundo puede contribuir a resolver la situación por su influencia en la provincia de Lugo, despuès de que el titular de la Diputación lucense, Francisco Cacharro, saliera en defensa de Baltar y denunciara la "discriminación" de las provincias del interior gallego así como las "purgas" que pretendería llevar a cabo la "cúpula" madrileña del PP.

Una de las cuestiones que se están negociando entre ambos bandos es el nombre del nuevo secretario del Partido Popular en Galicia. Los dirigentes del PP de Ourense, con Baltar a la cabeza, rechazan por completo la continuidad de Jesús Palmou y también las injerencias del PP de Madrid con los hombres y mujeres de Romay Becaría y de Mariano Rajoy.

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Fuentes del PP reconocen que la imagen de lucha por el poder que se está dando estos días puede ser demoledora para los resultados electorales. No se descarta que se alcance un acuerdo contrarreloj pero eso no sería más que una solución a medias y que podría perjudicar más que beneficiar a los populares.

La tensión ha llegado demasiado lejos y aunque desde la Xunta reconocen que la situación se acerca a un punto sin retorno, tampoco se descarta que pueda haber un arreglo de última hora. Fuentes del PP en Madrid, consideran sin embargo, que una posible reconciliación sería sólo un apaño que no entendería la opinión pública que ha escuchado las graves descalificaciones que se han hecho unos y otros.

El pasado viernes el presidente de Lugo salió en defensa del principal protagonista de toda esta crisis, José Luis Baltar.

Francisco Cacharro Pardo, presidente de la diputación de Lugo, criticó a la dirección del partido en la capital mientras que desde Madrid se cree que el problema de fondo son precisamente los dos barones provinciales, de Ourense y de Lugo, que siguen ejerciendo el poder de forma autoritaria y que siempre han actuado con total control en sus territorios y sin haber modernizado las estructuras del partido.

Estas mismas fuentes consideran que un acuerdo de última hora significaría una cesión de Fraga, algo que podría interpretarse como un gesto desesperada por intentar mantenerse en el poder.

Se da curiosidad de que el presidente de la Xunta ha estado durante estos días realizando gestiones particulares y hoy regresa a su despacho para hacerse cargo de la crisis. Durante estos días también ha estado de cacería, actividad favorita de Fraga en tiempos difíciles, como así demostró durante el hundimiento del Prestige.