Sociedad | Actualidad
11-M

El confidente Zouhier no declaró a la juez haber avisado de los atentados

Niega ahora que recibiera amenazas en prisión pero sí presiones para que no dijera nada de los explosivos utilizados en los atentados

Madrid

El confidente de la Guardia Civil e imputado en los atentados del 11-M, Rafá Zouhier, no declaró hoy ante la juez de instrucción número 3 de Valdemoro que hubiera avisado a la Guardia Civil de los preparativos de la mataza. A los periodistas les dijo que sí. Zouhier ha dicho que no recibió amenazas en la cárcel por parte de guardias civiles, aunque sí le comentaron que no dijera nada de los explosivos utilizados en los atentados porque le echarían la culpa.

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A la salida de su comparecencia, Zouhier, a preguntas de los periodistas, dijo que había avisado de los atentados y que no le hicieron caso: "Avisé y no me han hecho caso". Pero el confidente no hizo esa declaración ante la juez.

Sin embargo, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas, Zohuier, como ya hiciese ante el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, sólo dijo que un año antes de los atentados puso en conocimiento de un agente de la Guardia Civil que el ex minero asturiano Emilio Suárez Trashorras, también imputado en el caso, le había ofrecido explosivos.

El confidente ha comparecido hoy ante la jueza que tramita la denuncia presentada por el Ministerio Fiscal sobre las amenazas que podría haber recibido en prisión.

La Fiscalía General del Estado instó la apertura de una investigación en el Juzgado de Valdemoro para determinar si existieron amenazas de agentes de la Guardia Civil al ex confidente, denunciadas por el propio Zouhier a través del diario El Mundo. Según unas cartas remitidas por el confidente a este periódico, Zouhier asegura haber recibido visitas en la cárcel de agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que, dice, le presionaron para que no cuente todo lo que sabe sobre la venta de los explosivos utilizados en el 11-M.

Previamente, cuando entraba esposado en las dependencias judiciales, Zouhier, ataviado con una camiseta con un rótulo de Washington y la Estatua de la Libertad, había sido preguntado por los medios de comunicación sobre si le habían presionado. "No quiero decir nada, soy inocente, pero no soy ningún chivato", dijo.

Asimismo, según fuentes judiciales, Zohuier no denunció ante la juez de Valdemoro haber recibido presiones directas de miembros de la Guardia Civil para que no siguiese haciendo relevaciones sobre el caso. Únicamente dijo que una persona a la que identificó como Mario le recriminó las revelaciones que estaba haciendo.

Fuentes jurídicas han indicado que Zouhier se mostró "en todo momento tranquilo" durante su declaración ante la jueza de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Valdemoro, Verónica Caravantes, en calidad de perjudicado. En el transcurso de su comparecencia, según señala el TSJM, Zouhier contestó a preguntas de la jueza y de la fiscal y manifestó "también otras cuestiones y datos que él ha considerado pertinentes".

Asimismo, al declarar en calidad de perjudicado, se le ha realizado "el ofrecimiento de acciones, aunque durante el transcurso de la diligencia no ha manifestado su voluntad de emprender ninguna, civil o penal", según el TSJM. En estas diligencias no es preceptiva la presencia de letrado y Zouhier ha comparecido sin él.

 
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