La primera sesión concluye con críticas de Zaplana al nuevo presidente del Congreso
El portavoz del Gobierno en funciones recuerda "el rodillo" de los 80
El Portavoz del PP en el Congreso de los diputados ha criticado el discurso del presidente del Congreso, Manuel Marín, y su llamamiento a que la Mesa no sea territorio de "emboscada parlamentaria", con lo que, a su juicio, pretende una "unanimidad absoluta" que no es "propia de un Parlamento democrático". Recordó que fue en los 80 cuando se produjo lo que él llamó "el rodillo".
Reprochó también a Marín que no haya tenido "ni una palabra de reconocimiento" para la última presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, "apartándose de las normas de cortesía más elementales".
Más información
- Manuel Marín y Javier Rojo, elegidos presidentes del Congreso y del Senado respectivamente
- El PP rechaza la oferta del PSOE para pactar las mesas del Parlamento
- Marín dejará la Ejecutiva del PSOE para ocupar la Presidencia del Congreso
- ERC reclama al PSOE un puesto en la Mesa del Congreso
- Todos los grupos, menos el PP, pactan el reparto de cargos en las Cortes
Por último, quiso recordar a Marín que la etapa de consenso que se ha intentado "atribuir" sin que le corresponde es la gobernada por UCD, partido del que "muchos diputados del PP formábamos parte en aquel momento" y que dio paso con la etapa socialista al periodo de más "conflictividad", "rodillo" e intento de "laminar a la oposición".
El portavoz en funciones se refirió también a los pactos alcanzados por el PSOE para las mesas de las Cortes. Zaplana aseguró en los pasillos del Congreso de los Diputados, tras concluir la sesión de constitución de las Cortes, que los populares "no tenemos ningún interés en ser socios de los que votan por imperativo legal" y "no respetan las normas de convivencia" de los españoles.
Se refirió de este modo a la fórmula utilizada por los diputados de ERC, PNV, BNG, EA y Nafarroa-Bai, en total, diecinueve parlamentarios, a la hora de expresar su acatamiento a la Constitución.
Se preguntó si el PSOE, un partido con vocación, representación e implantación nacional, se va a sentir "cómodo" en un acuerdo con quien "no respeta el marco legal que tenemos los españoles", y avanzó que "veremos qué cesiones" y compromisos supone.
En su opinión, lo que los socialistas han presentado como un acto de "generosidad y flexibilidad" no es tal, sino todo lo contrario, porque se han garantizado el compromiso y el apoyo político, "que es lógico que los busque", de cara a la legislatura.
Lo que no podía pretender el PSOE, recalcó, es dar una imagen de pluralismo "que no responde a la verdad", a costa de las "cesiones" del PP, del que en un principio se esperaba que cediera a CiU un puesto en la Mesa. Criticó que el acuerdo de todas las formaciones parlamentarias salvo el PP haya dejado a este partido sin la Presidencia del Senado, donde roza la mayoría absoluta, lo que considera una muestra de este "nuevo talante que algunos nos habían ofrecido".
Denunció también lo que considera una "trampilla" de los socialistas, al repartir sus votos a los secretarios de la Mesa entre dos diputados del PSOE para intentar arrebatar una secretaría al PP, pero dijo que finalmente "el ejercicio de trilerismo les ha salido mal" y los populares han logrado la Secretaría Primera y la Segunda.
Pese a todo, aseguró que la "soledad" del PP es una soledad "con un amplísimo respaldo social, que no lo ha tenido nunca ningún partido de la oposición", y advirtió al PSOE de que ninguna "prebenda" ni "enjuague" va a apartar a su partido de su deber de hacer oposición, un intento que no sería "nada democrático".