Víctimas del Yakolev-42 fueron enterradas sin haber sido identificadas plenamente

Treinta familias de los 62 militares muertos en el Yak-42 no saben a quién tienen enterrado. El Ministerio de Defensa repatrió a España cuerpos sin identificar. El departamento que dirige Federico Trillo asumió bajo su responsabilidad trasladar los cuerpos a España antes de que los forenses turcos finalizasen el trabajo. Así consta en las diligencias judiciales que se siguen en el juzgado de Mazca. La información la avanza la Cadena SER y la publican hoy El País y el Heraldo de Aragón.

El accidente tuvo lugar a las 5.00 de la mañana del 26 de mayo. Ese día, los restos de los 62 militares fallecidos y los del resto de la tripulación, 74 en total, fueron trasladados a la empresa "Freebal" en Yomnra (Turquía), una empresa que dispone de la estructura necesaria para conservar en frío los cadáveres.

Allí se personaron los jueces y médicos forenses turcos y las autoridades españolas enviadas a Turquía para realizar las necropsias: el general Navarro Ruiz, cardiólogo que trabaja en el Hospital del Ejército del Aire, y el general Beltrán, que no es médico pero estaba al frente de la comisión de investigación.

Los trabajos de reconocimiento de los cuerpos comienzan el 26 de mayo a última hora de la noche y finalizan en la madrugada del 28 a las 2.20 de la mañana. El fiscal turco Fobanoglu da por finalizada la identificación a petición del Gobierno español y bajo su responsabilidad.

IDENTIFICADOS SÓLO 32 CUERPOS

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Los turcos dejan claro que sólo ha sido posible identificar 32 cuerpos gracias a las placas que llevan encima y al uniforme, y que el resto ha sido imposible de identificar porque están carbonizados y no ha dado tiempo a hacerles más pruebas, aunque se sabe por los uniformes que eran españoles. Las autoridades españolas insisten en que los feretros tienen que llegar a España el dia 28 de mayo.

Los tres aviones que trasladan los 62 ataudes salen de Turquía a las 6.00, a las 7.00 y a las 8.30 de la mañana del día 28 de mayo. Las autoridades turcas toman muestras de ADN de los restos encontrados con la idea de hacer posteriormente la comparativa.

Un día después del accidente algunos familiares son alertados de la posibilidad de que les llamen para realizar las pruebas. De hecho había un equipo de identificación de la Guardia Civil preparado para viajar a Turquía que nunca llegó a subirse al avión por orden de Defensa.