Los etarras detenidos en Nochebuena dejaron un mensaje de alerta en un casete con las pilas gastadas

Madrid

El juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco ha ordenado hoy que los presuntos etarras Gorka Loran y Garikoitz Arruarte entren en prisión por intentar atentar la pasada Nochebuena en la estación madrileña de Chamartín y en dos líneas férreas a su paso por la comunidad de Aragón. De la investigación se desprenden que querían atentar en fin de año y que dejaron un mensaje grabado para desalojar el tren.

Según informaron fuentes policiales, además del atentado contra el Intercity San Sebastián-Madrid, previsto para las 15.55 horas del día de Nochebuena, a los detenidos se les imputa la colocación de la bomba que estalló la tarde anterior junto a la vía férrea en Pedrola (Zaragoza), aunque estaba preparada para explotar a las 18.00 horas del día 24, y de la que fue hallada en Samper de Calanda (Teruel).

Esta última, localizada con la ayuda del propio Arruarte, que dibujó un croquis del lugar en el que había sido escondido el artefacto y acompañó a los miembros de la Fuerzas de Seguridad que lo buscaban, había sido programada para hacer explosión a las seis de la tarde del próximo miércoles, el día de Nochevieja.

También se ha sabido que recibieron un cursillo de sólo 45 minutos el mismo día en que la dirección les proporcionó el material.

PILAS GASTADAS

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Los etarras habían colocado un dispositivo rudimentario de megafonía en el interior del tren Intercity Irún-Madrid que se iba a activar 45 minutos antes de la explosión de la mochila bomba. ETA, en ese mensaje guardado en un caset anunciaba la explosión y conminaba a abandonar el tren que en ese momento estaba llegando a Madrid. El mensaje nunca se hubiera podido escuchar porque tenía las pilas gastadas.

El juez les acusa de 180 delitos de tentativas de asesinato, tantos como pasejeros viajaban en el tren.

NINGUNA RELACIÓN CON OTROS ATENTADOS

Según informaron fuentes jurídicas, el juez adoptó esta decisión a instancias del fiscal Ignacio Gordillo tras interrogar a los dos supuestos etarras, quienes comparecieron incomunicados, asistidos por un abogado de oficio.

A Loran y a Arruarte, a quienes el juez les imputa los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos, atentados frustrados y tentativa de asesinatos, no se les ha relacionado con ningún otro atentado, según las citadas fuentes.