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Los investigadores sospechan que los guardias de la ONU ayudaron a los terroristas

La hora y el lugar del atentado hacen sospechar a los expertos de los agentes, que se niegan a colaborar

Los expertos estadounidenses encargados de la investigación sobre el atentado suicida contra el cuartel general de la ONU en Bagdad centran sus trabajos en la posibilidad de que los terroristas recibieran ayuda por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes que trabajaban en el edificio, según fuentes oficiales citadas hoy por la prensa de EEUU.

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Las fuentes consultadas por "The New York Times" aseguran que todos los guardias de seguridad del complejo de Naciones Unidas en Bagdad eran miembros de los servicios secretos iraquíes que antes de la guerra habían proporcionado información al organismo internacional. La ONU les dio trabajó tras el conflicto y muchos de ellos se encargaban de mantener la seguridad en el hotel Canal.

Según la versión del periódico neoyorquino, los investigadores comenzaron a cuestionar el papel de los guardias cuando preguntaron a dos de ellos sobre el atentado y se negaron a cooperar alegando su "inmunidad diplomática".

Los diplomáticos que trabajan en países extranjeros mantienen la inmunidad diplomática frente a cualquier proceso iniciado por las autoridades locales; sin embargo, los guardias no tendrían derecho a esa inmunidad. De momento, los investigadores seguirán investigando a los guardias.

DEBAJO DEL DESPACHO DE MELLO

"Creemos que la seguridad de Naciones Unidas está seriamente comprometida (en el atentado) y tenemos serias sospechas sobre el lugar en el que estaba colocado el camión bomba" y sobre la hora a la que se produjo el ataque, según las fuentes citadas por el diario. La bomba explotó justo debajo del despacho del jefe de la ONU en Irak, Sergio Vieira de Mello, situado en la tercera planta del hotel Canal.

En el momento de la explosión, Vieira de Mello estaba reunido con Arthur C. Helton, un importante defensor de los derechos humanos estadounidense. Los dos murieron en el atentado, en el que también falleció el capitán de navío español Manuel Martín Oar.

Desde la ONU, el portavoz del secretario general se muestra esceptico con la informacion publicada por el rotativo estadounidense y dice que hay que dejarse de especulaciones y conspiraciones y centrarse en los datos reales.

 
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