El fuego también arrasa Ávila y Huelva
Se han quemado más de 5.000 hectáreas en la Sierra abulense del Tremendal
Los incendios forestales que afectan a las zonas del puerto de Tremedal (Ávila), Valencia de Alcántara (Cáceres) y Almonaster La Real (Huelva) permanecen activos, mientras que el que se declaró el sábado en Saceruela (Ciudad Real), y que ha arrasado cerca de 7.000 hectáreas, ha quedado extinguido.
Más de doscientas personas permanecían este mediodía fuera de sus hogares a causa de los incendios declarados en Cáceres, Ciudad Real y Ávila, si bien esta cifra puede variar a lo largo del día, según fuentes de la Dirección General de Protección Civil.
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Esta mañana preocupaba especialmente el incendio que abrasa desde ayer el suroeste de la provincia de Ávila, y que ya ha calcinado más de 5.000 hectáreas, ya que se ha avivado por el viento que ha soplado durante la noche y ya se ha adentrado en la provincia de Salamanca y se prevé que dure varios días.
Además, la carretera Comarcal 500 estaba cortada como consecuencia del fuego a la altura del término municipal de Gilbuena.
EXTREMADURA
Mientras, en Extremadura, además del fuego de Valencia de Alcántara, que no presenta riesgo para la población, según el Gobierno regional, se encuentra activo el de Ceclavín-Garganta la Olla (Cáceres), que tiene las dimensiones típicas de cualquier incendio forestal en verano.
Extremadura ha sufrido este fin de semana una ola de incendios, pero la situación ha mejorado esta mañana, según la Junta, que, sin embargo, mantiene el nivel de alerta "2" debido a estos incendios todavía activos, que han obligado a que 35 personas permanezcan lejos de sus casas y a la suspensión de la circulación de varios trenes de tres líneas ferroviarias.
Actualmente se ha vuelto ha reavivar el incendio de Carmonita (Badajoz), que es el que más preocupa a esta hora. Ya están prácticamente controlados el de la zona de Mirabel y Grimaldo, en Cáceres.
Totalmente controlados se encuentran los incendios de Jerez de los Caballeros, con unas 1.500 hectáreas quemadas, y los originados en las localidades pacenses de Benquerencia de la Serena y Arroyo de San Serván, y en las cacereñas de Valverde de la Vera y Cedillo.
En Huelva, el incendio declarado el viernes por la noche en Almonaster La Real continuaba activo esta mañana y, según la última medición realizada anoche por el Infoca, la superficie afectada por el fuego es de 1.640 hectáreas.
Por otra parte, el incendio forestal que se declaró en la tarde del pasado sábado en Saceruela (Ciudad Real), y que ha arrasado cerca de 7.000 hectáreas según el Ayuntamiento de esta localidad, ha quedado extinguido durante la pasada noche.
Los servicios de lucha contra incendios mantienen una actitud de precaución en la zona, debido a las dimensiones del perímetro del fuego y la posibilidad de que aparezcan nuevos focos de este incendio, que a las 12.00 horas de hoy mantenía a ocho personas desalojadas de sus hogares.
El Ayuntamiento de Saceruela aprobó anoche por unanimidad declarar "zona catastrófica" las áreas afectadas por este incendio y solicitar a las administraciones pertinentes un Plan de Reforestación del entorno mediante especies autóctonas.
Otro incendio que ha sido extinguido en la misma provincia es el que se declaró ayer en el paraje conocido como "Valtravieso" entre los municipios de Alcolea de Calatrava y Los Pozuelos, mientras que el único que permanece activo es el de Piedrabuena, que comenzó también como consecuencia de un rayo.
En Zamora, en Camarzana de Tera, era también controlado esta madrugada un incendio intencionado que, según las primeras estimaciones de la Administración regional, ha quemado entre 1.000 y 1.500 hectáreas de superficie y llegó a las proximidades de los cascos urbanos de Brime de Sog y Santibáñez de Vidriales.
El fuego, el más grave de los ocurridos este año en la provincia de Zamora, llegó a tener frentes de hasta cuatro kilómetros y se extendió con gran rapidez debido a las altas temperaturas y al viento cambiante.
Los bomberos de Palencia también han conseguido controlar un incendio en el que se han quemado varias hectáreas de pino en las laderas del Páramo de Husillos.