“El comercio tradicional tiene que aprovechar los canales digitales para conectar con sus clientes”

Este ha sido, a pesar del temporal, un fin de semana meramente comercial en diversas localidades riojanas. Logroño, Calahorra y Arnedo han acogido diversas ferias para dar salida al estocaje de sus tiendas ofreciéndolo a precios ventajosos para los clientes

Para Cristina Olarte, directora de la Cátedra de Comercio de la Universidad de La Rioja, estas ferias cumplen con varias funciones. "Al comerciante le permite deshacerse de stock y mostrar que existen, ya que se desplazan desde su comercio a otras situaciones de la ciudad. Y para el cliente, es la oportunidad de conocer nuevos comercios porque quizá no pasea por esas calles y no los conoce."

Olarte destaca la buena experiencia de compra que ofrecen citas como Logrostock. "Hay mucha gente que repite porque, por ejemplo, conocen Logrostock porque vinieron una vez a una feria y nos cuentan que muchos repiten. Es una excusa para volver a Logroño desde otras ciudades cercanas como Burgos, por ejemplo, o desde los pueblos de La Rioja".

Efectos del comercio en una ciudad

El comercio da vida a la ciudad, es un motor económico y "también es un agente social", apunta esta experta y "donde mucha gente mayor encuentra cada día un saludo, un acogimiento en las tiendas, un lugar de encuentro. Es muy importante esa labor y hay que hacer ciudad".

Un sector que, más allá de esta función social, fija población y permite dar un servicio a los clientes incluso en entornos rurales muy pequeños, donde la venta ambulante se ha afirmado como muy necesaria.

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Desafíos

Entre los desafíos, remarca que es muy importante la digitalización para atender no solo de forma tradicional sino a través de todos los canales. "Hablamos de la experiencia omnicanal: el cliente está siempre conectado, la gente joven está con el móvil consultando y aquí los comercios tienen que entrar". Considera Olarte que "es una oportunidad, en cualquier tipo de municipio, es una forma de abrirse al mundo, de llegar a otros clientes y de atender de otra forma".

Considera positivo este reto de la digitalización y no lo ve como un enemigo del comercio tradicional. "El comercio tradicional tiene que aprovechar los canales digitales para conectar con sus clientes, a través de sus redes sociales o de otro tipo de plataformas on line".

Cree que en este reto ya hay muchos comerciantes que lo están haciendo y otros muchos que tienen que entrar, "ya que mantienen todavía una visión más tradicional del comercio pero las generaciones nuevas que entran en el comercio ya lo están viendo: No es solo quién pasa por mi puerta sino también con quién puedo conectar a través de las redes sociales y de internet".

Cliente comprometido

Y en esta ecuación, es imprescindible que los ciudadanos apostemos por el comercio de ciudad y lo hagamos con nuevas experiencias de compra. "Los ciudadanos tenemos que fijarnos más en los comercios de nuestra calle o de nuestros barrios, animarnos a entrar y también podemos contribuir siguiéndolos en redes o comentando buenas experiencias de compra. Todos podemos contribuir porque los comerciantes tienen que esforzarse pero el cliente tiene que ser responsable, comprar cerca y comprar de otra manera".

Nuevo convenio de comercio

Recientemente se ha aprobado un nuevo convenio de comercio, que llevaba 17 años sin actualizar, algo que repercutirá positivamente, opina la directora de la Cátedra de Comercio de la UR. "Es muy importante que los convenios estén actualizados para que más gente se pueda a animar a emprender e incluso a trabajar". Y es que no olvidemos que este sector cuenta con un problema de relevo generacional y este convenio es muy importante para, al menos, intentar ponerle solución.

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