Anna Terés: "Cualquier trabajo que no se monetiza es afición"

Logroño

Todo empezó con un bizcocho que había preparado para el cumpleaños de su hija y, casi 11 años después, Anna Terés cuenta con más de 16 millones de seguidores entre Facebook, YouTube, Instagram y TikTok.

Licenciada en Historia y Geografía, la cocinera más seguida de España, es autónoma y se dedica profesionalmente a elaborar y publicar recetas en sus redes sociales. Inicialmente, lo hacía desde su casa, pero posteriormente decidió hacerlo desde otras instalaciones que le permitían separar de forma más nítida su labor profesional y su vida personal.

Anna Terés, conocida en las redes como Ana Recetas Fáciles por su blog de cocina, ha recogido esta semana el premio a la mejor influencer gastronómica de España en la gala de los Influencer Awards Spain, imponiéndose a figuras de proyección internacional como Dabiz Muñoz, o José Andrés.

Terés reconoce que su éxito no es solo fruto de su trabajo, “es que no estoy yo sola en redes sociales haciendo recetas de cocina y compartiendo. Hay blogs de cocina que yo considero que quizá saben mucho más que yo de cocina, pero no se han enfocado o no buscan la visibilidad en redes sociales o no quieren dar visibilidad a su imagen personal porque hay gente que es muy tímida. Entonces yo creo que una cosa es que yo he hecho contenidos que pueden interesar a una gran cantidad de gente, especialmente por ingredientes sencillos, asequibles, procedimientos que se pueden hacer en una casa con elementos muy básicos, y luego que no me ha dado miedo salir en redes y mostrar mi imagen, que me gusta, que además me gusta salir, ese punto de vanidad que tenemos todos y que me lo he planteado como un trabajo en el que tengo que dar lo máximo para poderme ganar la vida”.

De una afición a una forma de ganarse la vida

También hay quien le llama ‘la reina de los bizcochos’ porque ha publicado un sinfín de versiones diferentes y porque su gran hit, con más de 30 millones de visualizaciones, es precisamente un vídeo en el que explicaba cómo conseguir un bizcocho que suba y quede muy esponjoso.

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Terés tiene claro que es una pasión, pero también un modo de ganarse la vida, algo que entendió rápidamente: “Yo tenía una afición por la cocina y subí una receta a un blog. Con el tiempo, me di cuenta de que ese blog podía incluir unos espacios publicitarios que el mismo Google te proporciona, y a partir de ahí con mi marido ya monté un blog. Y ahí creamos lo que es esta pequeña empresa. Y ya se trataba de decir, bueno, vamos a alimentar de contenido este blog, vamos a difundirlo en redes sociales, en principio era solamente Facebook, después vino Instagram, con cada red social nueva a la que me incorporaba tenía que ver cuáles eran las vías de monetización, porque cualquier trabajo que no se monetiza es afición. En el momento en que pagas tus autónomos y tienes una serie de declaraciones, de impuestos y todo, tú tienes que sacar los números. Como no saques los números, lo dejamos como estaba, en afición”.

La reina digital de la gastronomía española no se pone metas ni fronteras y reconoce que las ideas, casi 11 años después, siguen fluyendo, “las ideas nunca se acaban. Yo, por ejemplo, todavía estoy explorando nuevos sabores de croquetas y de muchas cosas. A veces dices, venga, vamos a hacer una receta de verduras. ¿Qué verduras? Eliges una verdura, y a partir de ella miras en internet fotos que te puedes encontrar y con lo que ves y lo que te gusta, porque nos basamos mucho en la imagen final, empiezas a trabajar. No, no se acaban las ideas”.

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