Las últimas tormentas agravan el fuego bacteriano que ya sufría la pera del valle del Iregua

Logroño

Nuevo episodio de 'A pie de campo', el espacio agro para dar voz al campo de La Rioja. Allende Martínez, nuestra ingeniera técnico agrícola de referencia, pone voz al sector con el mejor análisis, los mayores consejos para los agricultores y los retos a los que se enfrenta el sector.

Los últimos días han estado marcados por importantes fluctuaciones significativas en las condiciones climáticas de la región, temperaturas altas con episodios de tormentas, en muchos casos acompañadas de granizo debido a la influencia de una DANA.

El pasado miércoles nos sorprendió una tormenta que fue acompañada de granizo en la zona del valle del Iregua, según Allende Martínez, “una zona que ya estaba y está bastante afectada por fuego bacteriano en el cultivo del peral, y que ese granizo lo ha podido acentuar más”. Por desgracia para esta enfermedad “no hay soluciones curativas y todos los tratamientos fitosanitarios que tenemos son preventivos o pueden ayudar a parar un poco la enfermedad, pero nunca a curarla, así que de nuevo a los agricultores de la zona deben estar muy pendientes y seguir trabajando para eliminar esas zonas afectadas de los árboles y utilizando las herramientas preventivas para tratar de disminuir la afección de esta enfermedad”.

Aparición de enfermedades ante el aumento de la humedad relativa

Además, en la zona de La Rioja Alta nos vimos sorprendidos por tormentas que dejaron en la zona del municipio Haro precipitaciones en torno a 30 litros por metro cuadrado, el pasado jueves, incluso en algunas zonas también acompañadas de granizo. Según explica Allende Martínez, “esta situación ha generado un aumento de la humedad relativa de la zona. Cuando a estas humedades se le suman temperaturas que rondan unos 20-25 grados y un aumento de la humedad relativa, se ha pedido observar a pie del campo la aparición de enfermedades como el mildiu y el oídio en el cultivo de la viña, en hoja y en los racimos”.

Esta experta explica que “en función de si nos encontramos en un cultivo ecológico o convencional, podemos disponer de unas herramientas u otras. Además, hay que tener en cuenta que los tratamientos de contacto después de unas fuertes lluvias se lavan y hay que volver a realizar un tratamiento. Esto no ocurre si podemos utilizar, como en una situación de agricultura convencional, productos sistémicos que pueden moverse dentro de la planta y evitamos así que sean lavados por las lluvias”.

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También se ha podido ver mildiu en el cultivo de la viña y en el cultivo de la patata, debido a la misma situación, las condiciones de alta humedad y las temperaturas entre 15 y 23 grados. Por eso Allende Martínez recomienda “seguir un programa de rotación de fungicidas para evitar las resistencias”.

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