"Tuve que meterme de lleno en el dolor para conseguir transformarlo"

Logroño

Se trata de un breve relato íntimo, sincero, personal, a través del cual transita desde la ilusión ante la sospecha de embarazo, la euforia al confirmarlo, la preocupación ante la necesidad de reposo y el dolor ante la abrupta despedida. Dolor, amor y sentido de la vida unidos para aceptar, integrar y transformar.

Palabras de una madre, nacidas desde el corazón y el alma, para compartir el duelo del hijo que se hizo luz antes de ver el sol. Del hijo cuya energía y amor formará parte de ella y su familia, siempre.

Alma Martín aclara que “no soy escritora, pero me gusta escribir porque cuando escribo me encuentro, porque cuando expreso me acerco a mí misma, a mi dolor, a mis sombras, a mis miedos. 'Para ti un poquito de mí' es mi primera autoedición. Un texto escrito para soltar el dolor, pero al hacerlo me acerqué también al amor y ello me llevó a desear compartirlo”.

De hecho, Alma no tiene la sensación de haber escrito un libro, “escribí un texto para intentar salir del dolor que en ese momento sentía. Posteriormente, a los 5 años tuve la necesidad de acabarlo, estaba incompleto, y cuando terminé sentí la necesidad de publicarlo, de autoeditarlo, y lo hice porque creo que, del duelo, a pesar de ser un proceso natural, no se habla, no se comparte, y yo necesitaba exponer lo que ha sido mi vivencia”.

Un duelo con mucha soledad

La autora reconoce que el entorno no ayuda demasiado en una situación así, “es un duelo muy invisibilizado y, a veces, desautorizado, sobre todo cuando la pérdida es gestacional, cuando a veces no se ha dado ni a conocer la noticia. No has compartido la alegría ni compartes el dolor, con lo cual lo vives con mucha soledad”.

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Y luego están esas frases, más fruto del desconocimiento que de la mala intención, esas "eres joven y puedes tener más hijos" o "mejor que haya sido pronto"...”las personas que te dan esos consejos lo hacen con amor y con cariño, pero te das cuenta de que esas frases hacen daño, por eso lo vives en soledad, y sientes un poco de culpa al pensar que te podías haber cuidado más... luego con tiempo y con el trabajo te vas dando cuenta de que se va transformando el dolor. Yo al final del libro lo convertí en amor, en gratitud”.

Alma Martín reconoce que no fue un camino fácil, “me recuperé sintiendo dolor, no ocultándolo y afrontándolo. A veces intentas pasar página, pero yo me metí de lleno a sentirlo y me di cuenta de que al sentirlo lo iba transformando”.

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