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Logroño

La Rioja ha experimentado una predilección cada vez mayor hacia el matrimonio civil. A día de hoy, aproximadamente 8 de cada 10 bodas son civiles. Según los datos revelados por el reciente estudio ‘Matrimonios en España’, realizado por la escuela de negocios TBS Education-Barcelona, los casamientos civiles representaron un 61% en 2013, cifra que ha aumentado hasta el 81% en 2022. No obstante, cabe destacar que, el año en el que se celebraron más matrimonios de este carácter fue 2020, año de la pandemia: este tipo de ritos aumentaron hasta el 91%, mientras que los religiosos cayeron en picado, llegando a celebrarse solo un 9%.

Según Edgar Sánchez, profesor colaborador de TBS Education-Barcelona y experto en el Comportamiento del Consumidor y Neuromarketing, “a pesar de que durante todos los años analizados en el estudio (de 2013 a 2022) los matrimonios religiosos se han encontrado por encima de la media española, la preferencia por el rito civil entre los riojanos, ha dejado los casamientos religiosos en segundo plano. Si observamos el valor medio de todo el país, en 2013, por ejemplo, las bodas de carácter religioso representaron un 32%, mientras que en 2020 la cifra fue de 19%. Entre los riojanos, los datos fueron de 39% y 19%, respectivamente”.

Menos bodas y a una edad más avanzada

Según el estudio, España tiene una de las ratios de casamientos más bajas de toda la Unión Europea: los últimos datos demuestran que, en la última década, en España ha habido un promedio de 3,3 bodas por cada mil habitantes, mientras que la media europea se ha situado en los 4,1. Por contra, países como Alemania siempre han mantenido una ratio superior a la media, llegando incluso a los 5,4 casamientos por cada mil habitantes, tal y como pasó en el año 2018. Según explica Edgar Sánchez, “aunque los matrimonios están en auge, las ratios son bajas debido al descenso de la población”.

Esta investigación, que fue asistida de Inteligencia Artificial supervisada, ha recogido y comparado los datos de 6 países -Alemania, España, Francia, Grecia, Italia y Portugal- durante el periodo comprendido entre el 2013 y el 2022, ha concluido también que los españoles son los que se casan a una edad más avanzada: las mujeres españolas lo hacen en promedio a los 33,4 años y los hombres a los 35,6, cifras que contrastan con las de Grecia, por ejemplo, donde las mujeres se casan en promedio a los 30,3 años y los hombres a los 33,2. En general, ellas se casan con parejas más mayores: el promedio de edad del primer matrimonio de las europeas está en los 31,8, mientras que el de los europeos está en los 34,2. Edgar Sánchez revela que “los resultados de este estudio son un reflejo más de las tendencias demográficas y sociales del continente y permiten ahondar profundamente en las particularidades culturales, económicas y sociales de cada país”.

Una importante fuente de ingresos económicos

La temporada alta de bodas implica a muchos actores, tanto en la organización, como en la celebración del evento y el posterior viaje de bodas.

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Beatriz García, wedding planner riojana, asegura que “cada vez le pedimos más a las bodas y al no ser algo a lo que están habituados los novios, acuden a pedir ayuda a los profesionales. Desde hace años, buscamos una fiesta más completa, más especial, que vaya más allá de la propia boda en sí”.

Juanma Lavín, de restaurante Villa Lucía de Laguardia, y Ignacio Segado, del hotel Nuevo Zenit Aromas de Rioja, nos cuentan que “la temporada se presenta bien, con alguna boda menos que el año pasado, que aún teníamos ceremonias aplazadas por la pandemia, pero bien. Lo que se celebra es una fiesta, y es una fiesta completa, por eso lo que tenemos que ofertar es todo lo que puedan pedir los novios para hacer realidad sus sueños”.

También es importante el vestido. Maite Naranjo, de un establecimiento de vestidos de boda, asegura que “la decisión de elegir el vestido del día más importante de tu vida es una decisión complicada. Suelen venir con las ideas muy claras, pero se dejan asesorar hasta conseguir ese vestido con el que realmente se sienten novias”.

Sergio Espinosa, de JPEG Estudio Fotográfico, dice que las bodas “son un momento muy concreto, muy especial, una gran responsabilidad. Nosotros siempre acudimos dos porque es una cuestión de tener distintos puntos de vista y de cubrir todos los momentos. Todo tiene que estar muy bien estructurado para ir en todo momento un poquito por delante”.

También las bodas son una importante fuente ingresos para las agencias de viajes. Nuria Ruiz, de Eurorioja Viajes, afirma que “ya han organizado unos cuantos, porque se suelen contratar desde octubre o noviembre para las bodas de primavera y verano. Y es un trabajo muy bonito porque te dejan espacio para preparar proyectos muy especiales”.

Enseguida lo comprobará Adriana, que se casa dentro de 18 días y que viajará a Costa Rica. “Empezamos a preparar todo hace un año, y la palabra que define todo este tiempo es ‘emocionante’. Lo primero fue elegir el sitio y luego ir poco a poco porque hay que contratar muchísimas cosas. De momento, los nervios están bien porque ya está todo preparado”.

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