"Debutar en el derbi de Salónica fue impresionante, aquí se vive el fútbol de una manera muy especial"

La Rioja

Talento riojano en Grecia. Rubén Pardo fue anunciado como nuevo futbolista del Aris de Salónica el pasado 29 de agosto y su aterrizaje en el país heleno ha sido muy sencillo. El de Rincón de Soto reconoce que "en la primera semana me pregunté qué hacía aquí pero me adapté enseguida". Tras una decisión consensuada con su familia, el riojano abandonó el CD Leganés y se embarcó en un nuevo proyecto extranjero. Después de un paso fugaz por el Girondins de Burdeos, claramente condicionado por la pandemia, Rubén Pardo rechazó la oferta de renovación del CD Leganés e incluso varias propuestas más de otros clubes de Segunda División. A sus 30 años, Salónica sería su nuevo destino profesional.

Una ciudad de 325.000 habitantes cuya área metropolitana supera ligeramente el millón de ciudadanos censados. Pardo reconoce que al salir a la calle siente que se encuentra en España. Más allá de la densidad y el caos de la circulación, el riojano asegura que está convencido de haber tomado una buena decisión para su futuro profesional. Casualidades del calendario, Rubén Pardo debutó con la elástica del Aris en el derbi de Salónica frente al PAOK en un partido que terminó sin goles. Con una victoria, un empate y dos derrotas, el Aris no ha empezado la temporada de la mejor manera posible. Además, los helenos cayeron eliminados en la última ronda previa de la Conference League frente al Dinamo de Kiev en la tanda de penaltis.

Con 180 partidos a sus espaldas entre Real Sociedad y Betis, el de Rincón de Soto reflexiona sobre uno de los países más especiales para jugar al fútbol. En el Aris de Salónica juegan hasta seis jugadores españoles y ocho más hablan un castellano perfecto. A los más veteranos, como Martín Montoya o Loren Morón, ya no les sorprende que un árbitro tenga que detener momentáneamente un partido por culpa de bengalas o petardos que los aficionados más radicales de los clubes griegos utilizan a su antojo. Con el 'kalimera' (buenos días) como palabra más útil de un idioma más que complejo, Rubén Pardo ya forma parte de un club histórico el fútbol griego.