"Los científicos sabían más sobre el átomo que del clítoris de su mujer": la evolución de los órganos sexuales

Madrid

Al igual que el ser humano, las hembras de los delfines tienen un clítoris funcional y muchas de sus características sugieren que sirve para proporcionar placer, según un estudio publicado este martes por la revista "Current Biology".

Los delfines, que son animales muy sociales, tienen relaciones sexuales durante todo el año y no solo para reproducirse, sino como medio para forjar y mantener los vínculos sociales; por eso un grupo de científicos consideró probable que el clítoris pudiera ser funcional.

"Esto quiere decir que tienen placeres sexuales de todo tipo, no solo penetración, sino también relaciones homosexuales o por estimulación", comenzó diciendo Nuño  Domínguez, cofundador de Materia -la sección de Ciencia de EL PAÍS-, en el apartado semanal Comando N de 'Hoy por Hoy'.

"Esto llena un hueco enorme de conocimiento, ya que no sabemos hasta qué nivel otros mamíferos tienen placer al mantener relaciones sexuales. Esto es una cuestión muy importante en términos evolutivos. Los humanos tenemos el clítoris, el único órgano diseñado para el placer y esto tiene que tener una explicación. Con este estudio se demuestra que los delfines tienen un clítoris que funcionalmente y morfológicamente se parece bastante al de la mujer", acuñó el periodista.

Los estudios sobre el clítoris

Es un hecho que hasta la década de los 90 no se empezó a estudiar el clítoris. Noemí Casquet, periodista especializada en sexualidad, ha contado que en 1998 se descubrió la estructura anatómica real y se predijo que solo sabíamos un tercio sobre ello. "El clítoris excitado también se erecta al igual que un pene estructuralmente. El cuerpo se prepara para esa apertura al placer. Parte del clítoris también pasa por los labios internos y externos. Es el único órgano que existe dedicado únicamente al placer".

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La bióloga Laura Camón, experta en primates y divulgadora científica, ha descrito que Darwin en 1871 publicaba un libro posterior al origen de las especies que dio lugar al origen de la evolución. En él concluía que "las mujeres están menos evolucionadas y son menos inteligentes que los hombres".

"Hasta este punto las creencias de la época estaba afectando a la ciencia. La intervención de las mujeres en la ciencia era anecdótica hasta la fecha y los hombres se hacían otro tipo de preguntas. A principios del siglo XX, como Einstein, los científicos sabían más sobre el átomo que sobre el clítoris de su mujer. Había un tabú en gran parte por la Iglesia católica, porque el placer estaba bastante estigmatizado, en concreto, el de la mujer", ha añadido la experta.

'El pezón del diablo' llamaban algunos al clítoris. Camón ha lamentado que la ciencia la hacían hombres, "producto de una sociedad patriarcal". Los órganos sexuales femeninos no se estudian y cuando se hacen es "fatal o siempre en relación al hombre". Se pensaba que los genitales femeninos eran los masculinos pero dados la vuelta del revés. Sin embargo, otros decían que el placer sexual femenino se encontraba en la vagina, una idea bastante coitocentrista.