El Real Madrid consigue tres puntos cruciales gracias a un Benzema que se marchó ovacionado de San Mamés
Los de Carlo Ancelotti consiguieron tres puntos muy importantes gracias al doblete de Benzema
Karim Benzema celebra junto a sus compañeros / Getty Images
Tan solo 21 días después, Athletic Club y Real Madrid se volvieron a ver las caras en un partido adelantado correspondiente a la jornada 21 del campeonato doméstico. Los de Carlo Ancelotti consiguieron los tres puntos gracias al doblete de Benzema en los primeros siete minutos de encuentro. Solamente el gol de Sancet sirvió para recortar distancias y meter miedo en el cuerpo a los blancos.
Esta victoria desmarca al Real Madrid de sus perseguidores, eso sí, con un partido más. Son ocho los puntos que le separan del Sevilla, segundo clasificado y 17 y 18 respecto al Atlético de Madrid y FC Barcelona, respectivamente.
Festival de goles al inicio del encuentro
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En un partido marcado por las ausencias en ambos equipos, los dos conjuntos comenzaron dispuestos a brindar un auténtico espectáculo al impecable público del nuevo San Mamés. Tres minutos tardó Benzema en abrir el marcador con un golazo desde un lateral del área que sorprendió al joven Agirrezabala. Los de Bilbao, aturdidos por el primer gol, regalaron una ocasión al delantero francés que, de nuevo, no perdonó.
Con un 2-0 en apenas 7 minutos, el Real Madrid lo tenía muy de cara, pero el Athletic logró reaccionar en el momento más comprometido. Un zurriagazo ajustado al palo largo de Oihan Sancet recortó distancias y le dio la moral suficiente a su equipo para dominar durante los siguientes minutos. El conjunto madrileño esperó atrás y se fue diluyendo con el paso del tiempo debido a la falta de balón.
Carlo Ancelotti se dio cuenta de los problemas del equipo, y a partir de unas instrucciones a un revolucionado Camavinga, los blancos tuvieron un final de primera parte plácido defendiendo con el esférico en posesión.
Estuvo cerca de llegar el empate
Con la misma consigna partió el Real Madrid tras el paso por el túnel de vestuarios y se convirtió en el auténtico dominador del balón. En ocasiones, esa intención de tener el balón desesperó hasta a su propio entrenador, que pidió verticalidad a sus jugadores. Solo Kroos parecía mirar la portería, pero su poco acierto en los tiros desde la frontal del área impidieron un gol del alemán.
Sin embargo, apareció una de las tónicas habituales en el conjunto blanco, las pérdidas de balón en campo propio. Lucas Vázquez no se entendió con Camavinga, y a punto estuvo Iñaki Williams de igualar el marcador. Arropados por La Catedral, el conjunto vasco siguió generando peligro sobre el arco de Thibaut Courtois. Fruto de las once bajas, los blancos sufrieron durante los últimos minutos la consecuencia del cansancio.
La entrada de Raúl García y la de Nico Williams sirvió para seguir generando presión, y los cambios por parte de Ancelotti no llegaban. Camavinga y Hazard, especialmente cansados, no recuperaron de la misma manera defensivamente y cuando el ambiente reflejaba que podía ocurrir un empate ante un Athletic volcado, Hazard estuvo cerca de finiquitar el encuentro. Paradón de Agirrezabala que mantuvo con esperanzas a su equipo.
Los de Marcelino García Toral también acusaron el cansancio y durante los últimos minutos no lograron concretar. Jovic y Peter tuvieron ocasiones para aumentar la distancia, pero finalmente el 2-1 fue el resultado final.
